Pausa

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Pausa: Rutina.

Despertar con los ronquidos de Yoongi en su oreja podría ser algo divertido, al igual que algo molestoso.

— ¡Oye Viejo gruñón! ¡Ya es de día!— Hoseok dejó escapar una risa cuando sintió a Yoongi quejarse en su espalda.

— Cinco minutos más.

— Nada de eso, vas a llegar tarde al trabajo — Hoseok se giró y le dejó un pequeño beso en la frente, antes de escaparse de sus brazos y correr hacia el baño.

— ¡Oye! ¡Yo debo ducharme primero!

— ¡El que se duerme pierde! ¡Y recuerda que debes preparar el desayuno!

Hoseok volvió a reír al escuchar el gruñido de Yoongi y comenzó a desvertirse para poder ducharse.

Apenas estuvo listo salió hacia la cocina y abrazó a su pareja por la espalda, viendo como el mayor se mantenía concentrado cocinando.

— Por favor dime que tienes algo más que una toalla. — Hoseok rió dejando un pequeño beso en el cuello de Yoongi.

— Tengo puesto un pantalón y la sudadera de mi novio, así que no te preocupes. — Hoseok pudo ver por el rabillo del ojo como Yoongi sonreía.

— Muy bien, señor glotón. Iré a ducharme y por mientras quiero que pongas a tostar pan y que te fijes que no se me queme esto, ¿entendido? — Hoseok asintió — Bien, el café igual va estar listo en diez minutos.

— Eres bastante lento para cocinar ¿eh? — Hoseok sonrió al sentir a Yoongi girarse, y sonrió aún más al sentir sus labios juntarse.

— Lo bueno se hace esperar. — Le guiñó un ojo el mayor.

Hoseok dejó escapar una risa y divertido le dio una nalgada a su mayor mientras se iba, se rió aún más fuerte al ver como el contrario le alzaba el dedo medio.

Cuando ambos ya estuvieron listos desayunaron como normalmente lo hacen y conversaron de las cosas que debían hacer en el día.

— ¿Ya te tomaste tus pastillas?— Yoongi alzó una ceja mientras esperaba la respuesta del menor.

— Primero debía comer, y lo sabes — Le respondió el peli naranja y rápidamente se levantó para buscar un pequeño frasco en uno de los muebles.

— Sólo es una en la mañana.

— Ya sé Yoongi, tú no eres el doctor — Hoseok le miró con una media sonrisa antes de tomar la pastilla con un vaso de agua. — Listo, ahora todo está bien.

Yoongi negó con la cabeza y se acercó al menor para dejarle un pequeño beso en su mejilla.

— Ahora sí todo está bien. — La pequeña sonrisa de Yoongi hizo que a Hoseok se le acelerará el corazón.

Cuando terminaron Yoongi se fue para no llegar tarde a su trabajo y Hoseok se quedó a lavar los platos, siendo esta una rutina diaria el chico no tuvo problemas en terminar con la loza y luego tomar sus cosas para ir a su clase de baile.

Cuando llegó a su salón vio a un pequeño chico de pie frente la puerta, con una ceja alzada Hobi se acercó.

— ¿Buscas alguna sala? — Preguntó, el chico saltó el su lugar al escuchar su voz y su rostro enrojeció.

— Y-Yo...

El pequeño se rascó la cabeza nervioso y Hoseok pudo notarlo, con una sonrisa amable se acercó al chico y puso su mano en su hombro.

— Esta es la sala de danza, pero si buscas pintura o escultura, son las de allá — Dijo apuntando a las salas de los lados. — Ahora, si buscas coro-

— N-No estoy perdido— Murmuró el menor — Es decir, si lo estoy un poco... E-Es mi primera clase de danza, y no estoy seguro de entrar o no...

Hoseok le miró levemente sorprendido antes de sonreírle.

— No te preocupes pequeño, nadie en ese salón te va a morder, y si temes por los amigos puedes estar conmigo por mientras. — Hoseok sonrió aún más al ver los ojos del menor brillar.

— Gracias...

— Puedes decirme Hobi — El pelinaranja le revolvió el cabello divertido.

— Soy Jungkook — Se presentó el menor, hablando casi tan bajo que Hoseok por poco y no lo escucha.

— Un gusto Kookie.

Por un segundo el mayor iba a ignorar la actitud nerviosa del menor (todos han tenido esos momentos de nervios, era normal) pero había algo en la actitud del menor que no dejaba de llamarle la atención.

Y fue en un pequeño momento donde vio a Jungkook bajar la mirada que sintió un reflejo de sí mismo, fue un simple gesto que le hizo recordar esa época donde todo parecía ser gris y demasiado agrio para sacar verdaderas sonrisas.

Y con un nudo en su garganta, se prometió a sí mismo que iba a ayudarle, de cualquier forma que pudiera, porque él estuvo en ese lugar una vez y no quería ver a alguien ahí mismo.

***

Al final de la clase Hoseok sonrió al ver como Jungkook era mimado por Jimin, su compañero y uno de los chicos más atentos que a conocido en su vida.

Jimin iba a ser una buena persona en la vida de Jungkookie, y probablemente lo iba a ayudar en todas las dudas que está comenzando a tener a su corta edad.

Dos semanas después, pudo comprobar que tanto Jimin como Jungkook se habían vuelto mejores amigos y parecían estar siempre uno pendiente del otro, y eso le alegraba muchísimo.

— ¡Hey Hobi!— El mayor dejó soltar un pequeño grito al sentir como Taehyung se tiraba a su espalda. — Esta noche haré una fiesta, ¿quieres ir?

— Claro — Hoseok le sonrió a su amigo — ¿Pero puedes bajarte? Ya te he dicho que pesas mucho y me duele la espalda.

Taehyung se bajó con un puchero en sus labios y luego le sonrió.

— Bueno, entonces nos vemos hoy en la noche — Taehyung besó su mejilla — ¡Y trae a tú novio!

Hoseok rió antes de asentir y una pequeña sonrisa se mantuvo en sus labios al ver como el menor iba corriendo donde Jimin y Jungkook y se subía a la espalda del mayor, haciendo reír al menor de los tres.

Suspirando Hoseok tomó sus cosas y se fue a su hogar, debía ir a su sesión de los viernes y finalmente tendría libre para ir a la fiesta de Taehyung.

Su sesión fue más ligera que otros días, su psicóloga era una chica bastante atenta y conversadora, que lo hacía sentir menos tenso cuando iba a las sesiones, y esa chica siempre lograba sacarle una sonrisa cuando le decía que su progreso era muy notorio.

Y una vez terminada una buena conversación, el peli naranjo se despidió y volvió a su hogar, donde una sonrisa apareció en sus labios al ver a su novio recostado en el sillón y comiendo de un pequeño paquete de papas.

Al final, su rutina trataba de despertar junto a su novio, tomar sus pastillas, ir a sus clases de universidad y de baile, y finalmente ir donde su psicóloga, para después volver a su casa donde su novio le esperaba con la cena hecha.

— ¿Estás listo para ir? — Aunque claro, hoy iban a ir a una fiesta para pasar tiempo con sus amigos.

Apenas llegó al apartamento Hoseok se acercó a su novio y le dejó un pequeño beso en los labios antes de asentir.

— Deja me cambio de ropa y nos vamos — Yoongi asintió y se sentó en el sofá a esperarle.

Su rutina ya no lo atormentaba como antes, y si algún cambiaba Hoseok no se iba a quejar por eso.

Esperanza. [Y.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora