Me da vueltas la cabeza.
Las palabras de los tíos del callejón, las de Rosa y las de Nathaniel se entretejen en una tela de araña que me atrapa y me hace tropezar.
Por suerte, un chico me coge de la mano.
Él. Mi delegado. Mi ex novio. ¿Mi amigo?
Sus palabras una piedra en mi cabeza.
Sus dedos las tijeras que rompen la red de seguridad.
Mi cabeza, un papel en blanco.
He perdido la partida.
Pero él me sigue cogiendo de la mano.
Y en un momento de lucidez, empiezo el juego.
- ¿Por qué?
- ¿Porque qué?
Sigue andando adelantándome un par de pasos.
- ¿Por qué dejas que la gente diga cosas tan horribles de ti si son mentira?
Se para, pero no se da la vuelta. Es curioso que sepa a lo que me refiero sin siquiera mencionarlo. Me hace pensar en el pasado. En esos momentos en los que mediante una sola mirada elaborábamos conclusiones y sonrisas.
En fin, dejemos que fluya ¿o qué?
- ¿Y quién ha dicho que sean mentira?
- Tú mismo, hace un momento.
- No sé de qué me hablas.
Sigue sin volverse.
- "Una chica que no da una respuesta clara es una chica que no está segura."
- ¿Y?
-¿Cómo que "y"?
- ¿Qué tiene eso que ver?
Piedra.
- Una persona que espera el consentimiento de la otra antes de hacer cualquier cosa con la que no esté de acuerdo no merece esos... comentarios.
Papel.
- ¿Y quién te ha dicho que sea siempre así?
O tijera.
- ¿Acaso yo soy un caso especial?
- Quizá.
Sus palabras de piedra machacan a las tijeras.
- Permíteme que lo dude.
El papel de la cordura envuelve a la piedra.
. ¿Ah sí? ¿Tan segura estás?
Y las tijeras, tan afiladas como sus palabras, rasgan el papel.
Y el tío sigue sin darme la cara.
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque el chico del que me enamoré no haría eso. Nunca.
Magritte hizo un cuadro representando una pipa que rezaba"Esto no es una pipa" para referirse a la traición que traen consigo las imágenes. Tenía razón, no era una pipa, sino la representación de una pipa.
Su mirada en ese momento era la imagen misma de muchas cosas: sorpresa, recelo, miedo, resignación... pero lo cierto es que quizá todo fuera una traición, y por dentro hubiera mucho más.
O mucho menos.
Igual. Distinto.
Una sola cosa. O todas a la vez.
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Rewrite [Nathaniel, Corazón de melón]
FanfictionNo a todo el mundo le gustan los cambios. Algunas personas prefieren quedarse donde estaban, respetando una rutina dulce con sus pequeñas dosis de pimienta, pero no por ello menos feliz. Pero, en la mayoría de los casos, el cambio es algo inevitable...