XXVI. Pigmalión y Galatea

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La mañana antes de nuestra supuesta cita me paso por casa de Rosalya.

Hay un asunto pendiente que no quiero dejar escapar, y es que echo de menos a mis amigos y las cosas tal y como eran antes. Ha pasado cierto tiempo, y ya va siendo hora de que cada uno de ellos reconozca sus errores y sean capaces de hablar las cosas como el intento de adultos que somos.

Pero por si acaso, llevo en el bolso algunos fotos que me envió mi madre en una de sus interminables cartas. Son instantáneas del instituto, momentos como la función de teatro, tardes de compras o la graduación.

También había una imagen del baile de fin de curso. Yo con mi vestido verde, y Nath enfundado en un traje que le quedaba un poco grande. En ese momento parecía que todo iba a salir bien, que sería fácil ya que teníamos todo un verano por delante. Después vino la mudanza, la universidad... y aquí estamos otra vez, tan fácil como que él está metido en un cartel de droga.

Un besi para ti también, querido Universo.

Cuando llegó a su casa, Rosa me espera con una mesa llena a reventar de dulces, un par de tazas de café y una cafetera llena.

Madre mía. Se ha convertido en la perfecta anfitriona o algo por el estilo.

Cuando nos sentamos lanzo la pregunta clave:

- ¿Cómo va todo?

- Bien... Bueno, ahí vamos, poco a poco.

- Me alegro.

Pero en realidad no del todo. Quiero decir, cuando le propuse quedar a desayunar, se negó rotundamente a ir a una cafetería, y el hecho de que haya preparado todo esto me lleva a pensar que es una especie de reclamo para que no tengamos que salir al exterior en busca de algo más.

Vamos a probar de nuevo.

- Hace una mañana estupenda, ¿por qué no vamos luego a dar un paseo? Que se venga Leigh también, podemos...

- Preferiría quedarme en casa.

Me interrumpe y un pesado silencio se interpone entre nosotras.

- Oh, no por nada en especial, MC, es simplemente que la alergia me está dando muy fuerte, no creo que sea la mejor idea del mundo dar un paseo.

Ya. 

Por supuesto.

- Mi madre me ha enviado unas fotos de la época del instituto, ¿quieres verlas?

- ¡Claro!

Nos distraemos recordando algunos momentos y al resto de compañeros. Sin embargo, hay algunos temas que parecen tabú, lo demuestra el hecho de que no diga nada de las fotos en las que sale Lys o Alex.

Pero tengo la artillería preparada, y la suelto cuando llegamos a una foto de los tres.

- ¿Has hablado con él?

- ¿Con quién?

- Alex.

- ... No.

- Pues quizá deberías.

- MC, ¿no te parece que debería ser al revés? Yo no estaba precisamente en mi mejor momento como para que él se pusiera como un energúmeno por un simple comentario.

- Rosa. 

- ¿Qué?

- Por favor...

Ella es perfectamente consciente de que no tiene razón. Al menos no del todo. Es verdad que no era el mejor momento, pero también es cierto que su comentario no fue, precisamente, dulce como la miel.

Rewrite [Nathaniel, Corazón de melón]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora