Capítulo 25: Golpea el audífono

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•—Empezar Música (Dont peek - horror tension—•

***Alice***

—¡Hildur! Toma el arma que dejé en el suelo, te ayudará. —Ella se agacha y levanta el tenedor grande. Se ve muy nerviosa, observa hacia los alrededores con mucho cuidado mientras yo intento apaciguarla.

—¿Hacia dónde tendré que ir? ¡No tengo idea de en dónde esconderme! —Respira ajetreadamente mientras piensa.

—Ve a la bodega. Debe de haber algo útil ahí dentro. —Hildur empieza a deambular hasta llegar al lugar, el cual tiene la puerta cerrada. La abre. Es un lugar oscurísimo.

—Tengo mucha hambre... —expresa—. Debe de haber algo ahí.

—No puedo ver, está muy oscuro el lugar. —La cámara está activada ahí dentro, pero solo puedo ver a Hildur en la puerta, y nada más. De inmediato reviso las otras pantallas. ¡Daisy está cerca! ¡Está en el comedor!

—¡Hildur, tienes que meterte ahí ya! —Daisy merodea cuidadosamente el lugar, buscando a Hildur. Es evidente que quiere eliminarla al ser una presa fácil... y vengar el fallo que intento de asesinato de su modelo hacia mí.

Hildur duda por varios segundos, pero antes de que Daisy llegue a verla se mete en la oscura habitación, desapareciendo entre las sombras. Ella no puede siquiera hablarme, ¡Daisy está realmente cerca! Mientras Daisy se avecina puedo empezar a escucharla hablar.

—Sí, avísame si escuchas algo... ese equipo de audio que tienes te debe servir mucho. Por cierto, no te preocupes por el bastón, lo estoy cargando conmigo. Sí. Sí, tranquilo. —Ella va dialogando con Samuel de una manera casual. Es uno de los únicos tres voluntarios que hay en este concurso; lo cual los hace mucho más peligrosos que el resto de los participantes. Camina despacio, observando todo cuidadosamente.

Escucho el respirar de Hildur... y Daisy está a punto de pasar junto a la bodega. Está caminando hacia el comedor de nuevo, inspeccionando el área completamente.

—¿Qué dices que escuchas? ¿Una respiración? —Se detiene justo frente a la bodega. Ve directo hacia la oscuridad con sus profundos ojos curiosos, y una sonrisa peculiar que expresa incertidumbre en una manera positiva, como si de un misterio nunca visto se tratara.

—No respires Hildur. Deja de respirar. —Pido en voz muy baja.

—¿Qué? ¿Unos latidos de un corazón? —Daisy se está asomando en la bodega a observar. ¡Es imposible que Samuel pueda escuchar hasta los latidos del corazón! Estoy temblando de los nervios.

—Hermana, tienes que hacer algo. Golpea el audífono si puedes ver a Daisy. —Ella efectivamente toca el audífono, logro escuchar el golpe—. Golpea el audífono si crees que puedes incrustarle el tenedor pronto.

Ella no lo golpea. Mi corazón corre mientras el dolor de mi cuerpo se disipa gracias a enfocarme en un nivel peor de estrés.

—No encuentro la luz en este lugar... —Puedo escuchar cómo va pasando las manos por las paredes de la bodega. Escucho el eco de sus pasos en el audio.

—Hildur. Golpea y huye lo más rápido que puedas. Golpea el audífono si puedes hacer algo pronto. Te daré la indicación. —Tengo la boca seca y un dolor de cabeza punzante gracias a lo que ambas estamos afrontando. Ella golpea el audífono.

—Hildur, Hildur —Daisy canta infantilmente—. ¿En dónde te escondes? No te haré daño...

Empiezo a escuchar la respiración de Hildur agitarse. Escucho sus sollozos reticentes que van en incremento conforme Daisy sigue hablando. La impotencia me domina completamente. Estoy planeando la ruta de escape mientras estoy al tanto de cada movimiento que escucho que hace Daisy.

El Juego Macabro (#2 En actualización) - GRATISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora