Hace algunos meses
Era ciertamente un día normal en una de las instalaciones secretas del Vaticano en algún lugar de Italia. Había varios jóvenes que estaban entrenando con un hombre, el cual ya era mayor como en sus sesenta años, cabello blanco por el paso del tiempo, pero aquel hombre era alto y fornido, tenía una barba cerrada, y sus ojos eran verdes, con sus grandes manos sostenía dos espadas, mientras se encontraba sin camisa. Era atacado por varios chicos desde diferentes lugares, los cuales también portaban espadas, el hombre bloquea cada ataque que viene contra él y empuja a los jóvenes con solo su fuerza, apartándolos de él. Pronto a gran velocidad llega donde una chica, la cual lleva una espada de dos manos, ella interpone su espada para detener el ataque del anciano, pero tras el impacto el suelo bajo ella cede, esto es aprovechado por un chico pelirrojo que aparece al costado derecho del hombre, y uno de cabello blanco al otro lado. Pero como si nada el hombre detiene ambos ataques, dichos ataques eran solo una finta, para que un chico rubio aparezca sobre el hombre, de igual manera ese ataque no funcionó y es bloqueado, lanzado lejos a aquel chico, pero detrás del chico venían dos más, era una chica y un chico, ambos cargaban contra el hombre con sus espadas en mano, pero colocó sus espadas en forma de equis para bloquear sus ataques. Ellos atacaban juntos y por todos los lados, pero era imposible acertar un golpe, después de todo se enfrentaban a Leonhard de Payns, descendiente de Hugo de Payns, primer Gran Maestre y fundador de los Caballeros de la Orden del Temple.
—Nada mal –dice el hombre con una gran sonrisa en su rostro, al ver a sus alumnos agotados—. Les falta práctica aun, pero la Primera Unidad no anda mal –el hombre toma agua de una botella—. Vayan a darse una ducha, pues habrá una reunión con Raymond de Molay.
—Entendido –responden los chicos a unísono.
***
Cuando los chicos estaban arreglados fueron a un gran salón. La primera chica tenía el cabello azul, y llevaba una coleta de caballo atado con un lazo negro, sus ojos eran amarillos, llevaba puesto una falda verde de cuadros, unas botas negras altas de cordones con unas medias altas color café, además de un blazer rojo con blanco, que llevaba en emblema de los Neo Caballeros de la Orden del Temple, el cual al final de las mangas era de color blanco, y por la parte de atrás llevaba un lazo color celeste, la chica también llevaba una corbata color celeste. La chica lleva en su cintura una enorme espada, el mango de esta es color azul, su hoja es plateada donde el centro es azul con algunos símbolos angelicales. Su nombre era Danielle de Payns, nieta de Leonhard.
Al lado de la chica estaba otra, esa por su parte lleva un vestido color blanco, con algunas partes en un purpura claro, el vestido es de mangas largar, además lleva una pañoleta con una gema azul. Ella lleva unas media panti, y zapatillas blancas. Su cabello es largo, lacio y negro, llevando una diadema color plata, sus ojos eran verdes. En su cintura lleva una espada muy delgada, similar a un espadín, dicha espada la lleva en una funda azul, el mando de la espada es plateado con purpura, dicho mango era diferente al de la espada de Danielle, pues llevaba una curvatura que se unía donde comienza la hoja y donde termina el mango, esta de color plata. Ella era Charlotte de Blanchefort, descendiente de Bertrand de Blanchefort, el sexto Gran Maestre.
Junto a estas iba un chico de cabello corto color celeste y ojos de igual color, lleva una camisa tres cuartas color azul, y sobre esta lleva un chaleco blanco, además lleva unos guantes café, su pantalón es color negro, lleva unas botas altas color café, dos cinturones blancos con hebilla dorada, y a en su cintura lleva dos espadas en sus fundas, lo único que se mostraba de sus espadas era el mango color azul con el borde dorado, en su rostro se mostraba mucha seriedad. Su nombre era Christian de Montbard, el cual desciende de André de Montbard, el quinco Gran Maestre.
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Tártaros
خيال (فانتازيا)Han pasado siete años desde la batalla con Samael, luego de que este planeara destruir la creación. Asimismo han pasado años desde la Rebelión de los Dioses, donde tanto los griegos como los nórdicos perdieron a sus principales representantes. Era...