Yoongi y Hoseok son vecinos, también mejores amigos. Pero sucede algo; ambos comienzan a tener sentimientos inocentes entre ellos.
❝─Mamá me dijo que cuando quieres a alguien, tienes que decirle o si no voy a arrepentirme toda mi vida ─Hoseok siente...
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Lunes por la mañana.
— ¡Yoongoooo Bongoooo! —Hoseok tocaba su puerta con emoción mientras saltaba en su lugar ansioso — ¡Yoongi-Hyung! —gritó más fuerte para abrir la puerta.
Su mejor amigo se encontraba dormido con los brazos y piernas extendidas en cada esquina, su boca estaba abierta ocasionando que salga un hilo de saliva de ésta, los ronquidos de Yoongi le indicaron que estaba en un sueño muy profundo.
Hoseok sonrió para poner sus dedos en la mejilla pálida de su mejor amigo, acariciando su suave y tersa piel de porcelana, suspirando profundamente al sentir el golpeteo de su corazón. Quería acercarse más a Yoongi, quería...
— ¿Hope?
Quería más.
—Es hora Yoongi-ah —habló levantándose de su lugar rápidamente, fingiendo muy bien que no ocurría nada.
No había pasado nada de todas maneras.
—Ah... —Yoongi asintió en respuesta mientras bosteza para sentarse en la cama, observa a su alrededor con un puchero y los ojos entre cerrados.
Hoseok siempre lo había visto hacer acciones tiernas y siempre lo disfrutaba, nunca le había tomado importancia aquellas acciones hasta que todo cambió desde aquel día: Hoseok no deja de pensar en Yoongi, en cómo se sintió cuando por accidente se dieron un beso e hizo que su estómago creara unas cosquillas que le gustaría volver a sentir.
—Vamos abajo —la voz de Yoongi interrumpió sus pensamientos, siquiera se dio cuenta cuando se había cambiado y lavado los dientes.
—Uh... Sí —solo eso podía decir, por que explicar sus emociones estaba mal.
Según mamá.
»— ¿Te gusta alguien Hoseok? Debe ser una linda niña si ha capturado tu atención. Si te gusta debes decirle.
«Lo siento mamá. Me gusta Yoongi-Hyung.» Eso es lo que realmente le hubiera gustado decirle. Pero solo pudo sonreírle.
Ambos bajaron las escaleras riendo y jugando con los escalones esperando a que la mamá de Yoongi les hablara para desayunar y que los llevara a la primaria, aún faltaba media hora.
— ¡Yoonie, Hobi! ¡Ya vengan a desayunar! —Hyerin se asomó con una sonrisa mientras se quita el delantal e ir de nuevo a la cocina.
Los pequeños infantes corrieron a la mesa siendo reprendidos por el padre de Yoongi; Taeyang. Woozi les miró confundido para seguir desayunando en silencio, Hoseok saludó a toda la familia Min para sentarse a en medio de Yoongi y Woozi.
—No coman muy rápido o les dolerá el estómago —Hyerin les sonrió sentándose a un lado de su esposo, el desayuno se pasó en un buen ambiente y charlas superficiales.
