Capítulo Quince

5.2K 871 209
                                    

Esa tarde habían salido a cenar al restaurante como los siguientes días, las siguientes semanas y los siguientes meses

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esa tarde habían salido a cenar al restaurante como los siguientes días, las siguientes semanas y los siguientes meses. Incluso en las vacaciones todos quedaban de verse en ese lugar para cualquier cosa.

Todo estaba bien; los siete habían formado una maravillosa amistad incluso Namjoon había formalizado su relación con Jungkook algo que les alegró a los demás de sobre manera, festejando en aquel restaurante.

— ¡Viva la pareja! —Jimin alzó el vaso lleno de refresco con una sonrisa, los demás aplaudieron avergonzado a ambos chicos —. Me pregunto quién será la próxima —subió y bajó las cejas observando "disimuladamente" a Yoongi y Hoseok.

—Me pregunto yo, quién será el que te aguante —se defendió Yoongi bebiendo de su refresco y comiendo unas papas fritas.

—Que amable Yoongi, para tú información no estoy interesado en nadie —se encogió de hombros para sonreír —. Por cierto... Esta será la última vez que les veamos, ¿cierto?

Jin y Yoongi asintieron. Ambos entrarían a la preparatoria, todo cambiaría por que se irían lejos de ahí y eso es lo que más les dolía en especial a Hoseok.

—Es extraño, ya los próximos serán Hoseok y Namjoon —se mordió la lengua Taehyung al ver el rostro de Jungkook —. Pero estoy seguro que todo estará bien, aún hay tiempo.

Sabían que en parte era verdad, no sé podía evitar.

—Bueno, disfrutemos de estos días —alzaron los refrescos de nuevo —. Por un buen futuro —todos bebieron mientras soltaba risas cómplices.

Yoongi no había soltado la mano de Hoseok desde que habían llegado, era un momento muy íntimo para ambos, pues sabían que las cosas serían diferentes después de una semana.

Cuando Yoongi llegó a casa soltó un suspiro agitado, observando las cajas de mudanza y a sus padres caminando de un lado a otro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Yoongi llegó a casa soltó un suspiro agitado, observando las cajas de mudanza y a sus padres caminando de un lado a otro. No se molestó en saludar y sólo subió las escaleras para ir a su habitación.

Mordió su labio inferior observando el techo, llorando en silencio. Le costaba mucho la mudanza, no quería irse, había hecho tantas cosas que no se quería permitir marcharse y menos tan lejos como Seúl.

Le gusta vivir en Daegu, tenía su vida aquí, no se veía en otro lugar que no fuera en ese, estaba asustado.

—Yoongi —su hermano entró a la habitación sin tocar, se sentó en la cama observando como Yoongi se limpiaba sus lágrimas —. Puedes hablar de lo que sea conmigo, ¿lo sabes? Si quieres desahogarte con todo esto de la mudanza hazlo.

El menor se sentó negando con fuerza para apretar sus manos, haciéndolos puños.

—Es sólo que... Me cuesta mucho esto, no quiero irme —su garganta dolía —. Me quiero quedar.

—Lo sé. Mamá y papá no querrán, pero solo serán tres años Yoongi, el tiempo pasa rápido cuando tienes quince, te lo puedo asegurar —el menor asintió para soltar un suspiro —. Todo estará bien.

—Confío en eso, no quiero dejar a Hoseok solo... No después de lo que hemos vivido —su corazón se estrujo al mencionar aquello —. Lo voy a extrañar mucho.

—Tranquilo Yoongi, sé que jamás estarán separados por mucho tiemoo; lo ves, él volvió años después.

—Con amnesia por mi culpa, no quiero que sea un caso peor cuando lo vuelva a ver —se abrazó a sí mismo, temblando —. No quiero estar lejos de él.

—Yoongi —su hermano le abrazó —. Sé que estarán bien, te prometo que lo estará.

— ¡Bajen a cenar! —su madre se encontraba subiendo las escaleras contestando mensajes en su celular —. Bajen antes de que se enfríe —ambos asintieron sin darle importancia pues sus padres habían dejado de prestarles atención desde que consiguieron un trabajo muy bien pagado; solo se mantenían con aquel aparato en sus manos.

—Vamos, yo sí tengo hambre y tú debes comer más —Yoongi asintió para ir detrás de él, cerró la puerta detrás de él.

En el comedor todos se mantenían en silencio, sus padres estaban al tanto de mensajes y llamadas, mientras que su hermano intentaba comer rápido para irse de ahí. Yoongi sólo observaba su plato sin interés, no tenía hambre.

—Yoongi come algo —su padre le observó molesto —. Ahora.

—Bien —susurró bebiendo un poco de agua, intentando que aquella comida entre en su boca.

—Por cierto, queríamos hablarles sobre la casa que hemos comprado —su madre habló emocionada, contándoles los detalles de la lujosa casa; ninguno prestaba realmente atención, no les interesaba aquello —... Además está super cerca de sus nuevas escuelas, menos mal. Por cierto Yoongi hablamos tu padre y yo sobre comprarte algún auto, pues tus calificaciones son sobresalientes y quedaste en una de las mejores preparatorias de Seúl, es tu regalo.

Yoongi asintió restándole importancia aquello.

—O si prefieres una motocicleta... —su padre intentaba persuadirlo.

—Papá, Yoongi prefiere no hablar de aquello —su hermano interrumpió aquella tensa conversación.

— ¿Y sobre qué quiere hablar? —su madre arrugó la nariz —. Sobre qué quieres quedarte. Yoongi sabes bien que no puedes hacerlo, es una oportunidad única el ir a la cuidad.

—Prefiero seguir aquí, estoy bien —murmuró Yoongi terminando el último trozo de carne en su plato —. Iré a dormir, buenas noches.

—Alto ahí. No hemos acabado de hablar —su padre le señaló el asiento, con voz neutra —. Son por tus amigos, ¿cierto? Yoongi haya podrás hacer nuevos amigos; mejores que los de aquí. En este lugar no hay respeto —el menor mordió sus labios pues sabía a quiénes se refería —. Allá por lo menos todavía hay cultura y civilización.

—Puede ser peor que aquí, no puedes asegurarlo —defendió Yoongi para fruncir el ceño —. Da igual, nos iremos de aquí si quiero o no. No voy a discutir con ustedes. Voy a dormir.

Antes de que alguno de sus padres pudiera hablar o gritarle él ya estaba corriendo hacia su habitación. Cerró la puerta molesto para ponerle llave, se acostó en su cama y cerró los ojos.

—Psst, Yoonie, psst —frunció el ceño confundido, pues al parecer estaba escuchando su nombre —. ¡Yoongo Bongo! —se sentó rápidamente para girarse a ver hacia la ventana —. Hola Yoon~.

Hoseok se encontraba del otro lado de la ventana, llamándolo con una sonrisa.

Amor De Niños /Yoonseok/ TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora