Yoongi y Hoseok son vecinos, también mejores amigos. Pero sucede algo; ambos comienzan a tener sentimientos inocentes entre ellos.
❝─Mamá me dijo que cuando quieres a alguien, tienes que decirle o si no voy a arrepentirme toda mi vida ─Hoseok siente...
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Cuando llegaron al karaoke no se esperaban que el lugar estuviera lleno de estudiantes, incluso de su misma escuela. Por suerte habían alcanzado un lugar entre toda esa multitud.
Los tres se fueron a aquella pequeña habitación para comenzar a seleccionar canciones y hacer sus propios conciertos en vivo, divirtiéndose y riéndose de cada locura que hacían.
—Voy al baño, ya regreso —habló Hoseok limpiando sus lágrimas de la risa.
Jimin asintió para seguir cantando junto con Jungkook, al parecer ya poniéndose deprimidos pues las canciones ya eran bastante sentimentales.
Hoseok salió de aquella habitación para mirar ambos lados, buscando el baño de hombres. Bajó las escaleras, mirando al suelo y chocando con varias personas que subían y bajaban.
Finalmente después de unos minutos pudo encontrar aquel lugar, soltando un suspiro entró al baño para ir a un cubículo y comenzar a hacer sus necesidades. Después de bajarle al baño fue a lavarse las manos, cuando alzó la vista al espejo se encontró con el rostro sorprendido de Yoongi.
—Oh, hola —saluda Hoseok sonriendo para darse vuelta con intención de hablar un poco más, sin embargo Yoongi es más rápido y sale de ahí con pasos apresurados.
Hoseok le siguió, corriendo hasta tomarle el brazo, ambos quedando a mitad de las escaleras, donde ya no habían más personas quienes estorbaran. El menor dejó lentamente el brazo libre cuando vio la incomodidad en los ojos de aquel chico.
»— ¿Estás huyendo de mí? —preguntó con voz triste —. ¿Por qué? Antes me hablabas bien... ¿Hice algo malo? —Yoongi abrió los ojos asustado.
—No... No es eso, Hoseok... —puso una mano en su nuca nervioso, observando a todos lados, mordiendo sus labios —. Es solo que... No sé, sólo no creía que quisieras hablar conmigo...
—Claro que sí —asintió efusivo —. Siento que puedo hablar cómodamente contigo, como si fuera algo normal, ¿sabes? Es extraño —comenzó a explicar nervioso —. Siento que puedo confiar en ti...
—No lo hagas Hoseok, créeme. Puedo hacerte mucho daño —advirtió dando pasos hacia atrás, al igual que Hoseok pero en su lugar solo podía avanzar —. Ya lo he hecho.
—Tal vez tengas razón —Hoseok sonrió —. Desde que te vi por primera vez he estado soñando contigo —confesó avergonzado —. Pero creo que no son sueños...
—Hoseok —la voz de Yoongi se fue apagando al ver las lágrimas del menor salir, sin poder evitarlo se acercó para abrazarlo, con el corazón roto —. Lo siento tanto.
—Lo comprendo, un poco. Aún sigue siendo borroso, ¿tú eres el niño que vivía al lado de mi casa, cierto? Recuerdo un poco —se sujeto su cabeza, haciendo una mueca —. La doctora dijo que dolería si recordaba, estoy sufriendo las consecuencias ahora...
