Yoongi y Hoseok son vecinos, también mejores amigos. Pero sucede algo; ambos comienzan a tener sentimientos inocentes entre ellos.
❝─Mamá me dijo que cuando quieres a alguien, tienes que decirle o si no voy a arrepentirme toda mi vida ─Hoseok siente...
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—Van a firmar esto si no quieren que los denuncie —Yoongi observaba sorprendido a su hermano quien se mantenía firme —. No permitiré que nos hagan daño; soy mayor de edad y Yoongi menor, yo me puedo ir pero les meteré una denuncia.
—Tú no harías algo así —su padre se levantó, rabioso —. Ya le avisé a los vecinos, si llego a gritar ellos llamarán inmediatamente a la policía —su hermano le tomó de la mano a Yoongi, dándole fuerzas —, están advertidos.
—Cariño —su madre estaba llorando, mordiendo sus labios, nerviosa y con temor —. Por favor piénsalo bien, somos tus padres, no puedes hacernos esto —se escuchó una bofetada.
— ¡Cierra la boca, perra! —su padre estaba rojo, apretando sus nudillos —. Como quieran bastardos, pero cuando vengan corriendo a nosotros les cerraremos las puertas —les tiró las llaves del auto a su hermano.
—Yoongi —él le observó confundido —. ¿Deseas que mamá venga? —la mujer abrió los ojos, sorprendida y asustada —. Papá no merece estar con mamá.
— ¡No me provoques! Ella se queda aquí, lo hará por que es su deber estar conmigo —le tomó del brazo con fuerza para levantarse del comedor —, no podrán hacer nada para impedirlo.
Su madre les observó, mostrando una pequeña sonrisa para asentir. Ambos lo sabían; su madre está enamorada de su padre, a pesar del maltrato ella le sigue queriendo. Un amor enfermizo.
—Tienes nuestro número por si pasa algo —murmuró Yoongi tomando con fuerza el brazo de su hermano —. Adiós.
Su padre no les miró, su madre solo les observó una vez más para ponerse a hacer de comer. Yoongi y Woozi habían decidido irse ese mismo día, se iban a ir en el auto del mayor llevando solo cosas personales. El departamento que había conseguido su hermano era compartido con otras dos personas hasta que no compraran una casa vivirían ahí.
—Vamos Yoongi —la sonrisa de su hermano le dio esperanzas, su corazón se sentía cálido —. Es hora de irnos de éste infierno —ambos se subieron al auto para avanzar a su destino.
Sin embargo su hermano tenía otros planes. Era las doce del medio día cuando se estacionó en el parque, esperando a alguien.
— ¿Qué hacemos aquí? —preguntó confundido, bajándose con él, viendo la zona de juegos —. ¿Te despedirás de alguien?
—Yo no —respondió sonriendo —. Tú sí —señaló a su lado derecho donde sus amigos se encontraban alegres de volver a verlo.
Yoongi se sorprendió al ver a todos, corrió hasta llegar donde ellos recibiendolo con un abrazo grupal, incluso estaban ahí Jimin, Jungkook y Hoseok.
—Que alegría verte, ya extrañaba verte —exageró Jin recibiendo un pequeño golpe por parte de Yoongi —. También extrañaba esto, ah...
—Eres un tonto —se ríen todos. Yoongi se le quedó mirando a Hoseok quien al parecer estaba un poco más apartado que los demás —. Seok...
