Capitulo 24

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Bueno viendo que deje el capitulo anterior con un poco de drama, traté de escribir y esto es lo que salió jejje... 

Espero les guste XD

Tengo portada definitiva, creditos a  mi madrina @LucilaMartinez... >.<

Saludos

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—No quiero sermones, mamá.

—No me interesa si no los quieres, los tendrás igual. ¿En qué estabas pensando cuando le hablaste así a Jessie? —la voz de Margherite era firme y podía imaginármela de pie con los brazos en jarra sobre su cadera.

—En papá —Caleb se rió de manera irónica —. ¿Sabes que vino a verme a la práctica? Quiere recomponer la relación, dice que dejarnos ir fue el peor error que cometió. 

—Lo hubiese pensado antes de acostarse con su secretaria y hacerme una escena de celos porque fui a una cena con un amigo de mi infancia. ¿Pero qué tiene todo esto que ver con Jessica?

—Qué no quiero ser ese hombre… no quiero engañarla, tener esos ataques posesivos y menos aún saber que me engaña. Tú sabes cómo se siente, ¿por qué estás de su lado?

Pude sentir los pasos de Margherite y supuse que estaba acercándose a él. Desearía que la puerta estuviese un poco abierta para verlo, saber si se veía tan miserable como yo.

—Hijo, no eres igual que tu padre. Estás celoso porque la quieres, no se comparan a los celos enfermos que él tenía. Louis me engañaba y creía que yo también lo hacía —la oí suspirar y me quedé expectante ante sus siguientes palabras —. Y no estoy del lado de Jessica, pero ni siquiera le has dado la oportunidad de explicarse. Qué haya estado con ese chico en una oficina no significa que te haya sido infiel —susurró y tuve que hacer un esfuerzo terrible por escucharla.

—Tengo pruebas, mamá —Jadeé ante las palabras de Caleb ¿qué pruebas podría tener? Si yo no había hecho nada —. Tal vez tengas razón en qué no debí decirle lo que le dije, pero es que no puedo creerlo. Lo esperaba de cualquiera, menos de Jessie.

—Habla con ella, a veces las cosas no son lo que parecen,

Por unos minutos el silencio se hizo presente en la habitación, hasta que me pareció que ellos podían oírme respirar. Volví a oír pasos y supe que la conversación había acabado, por lo que me apresuré en llegar a mi dormitorio. Cerré la puerta de manera silenciosa y eché el cerrojo, no quería hablar con nadie.

Tomé la ducha que necesitaba con desesperación, permitiendo que las gotas de agua lavaran mis lágrimas y me dejé caer en la cama con la toalla aún envuelta en mi cabeza. Cuando desperté al otro día realmente me veía mal, tenía los ojos hinchados de tanto llorar y en mi cabello parecía que habían anidado una bandada de pájaros. No era aconsejable dormir con el cabello mojado, más aún si no te has quitado la toalla.

Respiré hondo frente al espejo del baño y me dispuse a enfrentar mi cruel realidad. Agradecí la conexión mental que teníamos con Josh, ya que sin siquiera llamarlo, él había ido a recogerme para llevarme al instituto. No me crucé con Caleb en el desayuno, pero recibí miradas condescendientes de Margherite y hasta de mi padre.

—No quiero hablar de Caleb —fue mi primera declaración al subir al Mustang de Josh.

—Está bien, ¿pero sabes que en algún momento tendrás que hacerlo?

—Me enfrentaré a ello cuando suceda —murmuré recostando mi cabeza contra su asiento.

Llegamos al instituto manteniendo un silencio sepulcral entre nosotros, Cassidy nos recibió en el estacionamiento, luego de darme un abrazo y un beso, se refugió en los brazos de Josh. Una punzada de envidia me recorrió, recordando cómo el día anterior yo también había estado en la misma situación, en los brazos de Caleb.

Irresistiblemente ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora