Capítulo 4

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Cuando Louis despertó al día siguiente lo primero que pensó fue en su madre, no tenía nada de tiempo de haber fallecido, era inevitable que pensara en ella cada segundo del día.
Se propuso olvidar lo que pasó con su director ayer antes de que las palabras comenzaran a intercalar más profundo en su mente. Se puso de pie, se vistió con unos pantalones de chándal y una camiseta y se dirigió a la cocina, preparó unas tostadas para todos y las sirvió en la mesa. Aún podía recordar las palabras que siempre le repetía su madre a diario: "el día que no esté, por favor, cuida de tus hermanas, tanto como lo haría yo, te amo cariño".

Así que era inevitable que no hiciera caso a sus palabras, debía ser el hombre de ese lugar puesto a que su padre no parece tener los cojones suficientes como para siquiera levantarse temprano a hacer el desayuno. Aún seguía acostado en el sofá en la misma posición en que lo había dejado el día anterior.

Rodó sus ojos y caminó hacia la habitación de sus hermanas, las despertó agitándolas un poco a cada una para luego dirigirse hacia el cuarto de las gemelas y ver que aún seguían profundamente dormidas. Escuchó un ruido en la cocina y cuando llegó a ella vió que sólo era su padre sentándose y comenzando a comer sin siquiera dirigirle la mirada. Louis no era idiota, sabía las consecuencias de una resaca y aunque su padre se mereciera esas consecuencias, Louis sólo se dirigió a la cocina por un vaso de agua y un medicamento para dolor de cabeza y colocó ambos objetos al lado del plato de su padre. Le dió una rápida mirada y se dispuso a sentarse para empezar a desayunar con la vista de sus dos hermanas saliendo de su habitación.

💚💙

Harry despertó con el sonido de su madre llamándole para ir a desayunar. Y de la nada, todo lo que ocurrió el día anterior le llegó a la mente como una ola de imágenes, se sonrojó al recuerdo de que hoy tendría una "cita" con un chico y aún tenía que decirle a su familia, lo cual lo alteró un poco. Se levantó de su cama sonriendo divertido al ver su pijama de bob esponja y caminó a la cocina al volver a escuchar el grito de su madre.

-Buenos días Mami- dijo Harry luego de darle un sonoro beso a su madre en la mejilla

-Buenos días tesoro, ya tu padre y tu hermana se levantaron, vienen en un segundo.- Harry respondió con un movimiento de cabeza y fue a tomar su lugar en la mesa. Su madre Anne solía sentarse en la cabecera de la mesa, él junto a su hermana Gemma de 14 años a un lado y su padre Des, al otro.

Esperaron a que los restantes se sentaran en sus puestos para comenzar a comer. Harry se sentía algo nervioso pues faltaban 3 horas antes de que Hanzen fuera por él para ir a comer y aún no le había dicho a su familia. Carraspeó un poco y se dispuso a hablar.

-Emm, madre, necesito pedirte permiso para algo-

-¿Qué ocurre cielo?- si, su madre era un poco muy cariñosa con él.

-Ho-hoy a las 12 un chico va a venir a buscarme ya que vamos a ir a almorzar-

-¿Un chico? ¿Van a encontrarse con gente allá? -le dijo su madre dando un bocado a su cereal

-¡Si!, es que me invitaron ya que dijeron que querían ser mis amigos y quería dejarme llevar un poco

-Hmm, bueno, está bien, pero te quiero aquí antes de las 6 querido-

-¡Gracias gracias mami!- Harry se levantó de su asiento y le dio un beso a su madre antes de tomar su plato ya vacío y colocarlo en el lavavajillas para ir corriendo escaleras arriba a su habitación y comenzar a hiperventilar de la emoción. Fue a su armario y comenzó a sacar conjunto tras conjunto antes de decidirse por unos jeans ajustados de color azul marino y una camisa de botones manga larga color blanco, sacó sus zapatos para ocasiones especiales, los cuales consistían en un par de skechers blancos y un bóxer color blanco para resaltar su trasero.

No sabía que te tenía || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora