Capítulo 11

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POV Louis

Comencé a trazar besos en la mandíbula del chico -el cual hasta ahora me doy cuenta de que no me ha dicho su nombre-, así que me alejo y se lo pregunto.

-¿Cómo te llamas querido?- susurro en su oído

-Edward, ¿y tú? -respondió girando su cabeza hacia mí, nuestros labios separados por apenas centímetros.

-Louise

-¿Louise? ¿De chica? - asentí lentamente mientras mordía mi labio inferior.

Antes de que volteara su cabeza de nuevo, estampé mis labios con los suyos, empezó a corresponder el beso incluso más rápido que el primero. Pasé mis manos desde estar apoyadas en el colchón hasta colocarlas detrás de su nuca, era una posición incómoda en realidad, pero necesitaba acariciar esos rulos. Edward colocó su mano izquierda en mi cintura y comenzó a acariciarla con su pulgar, se sentía muy suave su tacto en mí -definitivamente es su primera vez-. Bajó la mano que tenía sobre mi cintura y la colocó sobre mi muslo, tomándolo fuertemente entre sus manos y acariciando de arriba hacia abajo. Solté un jadeo y rompí el beso.

-¿Qué sucede? - dijo Edward aún con sus ojos cerrados. No podía parar de admirar sus ahora hinchados labios, quería comermelo a besos.

-Acuestate, te haré sentir muy bien Edward.-respondió con un asentimiento de cabeza y abrió sus ojos, nos miramos fijamente durante varios segundos, hasta que su mirada me incomodó lo suficiente y coloqué mis manos sobre su pecho para empujarlo hacia atrás.

Lo acosté en el medio de la cama y me subí a su regazo, podía sentir lo duro que estaba aún totalmente vestido, era joven, pero se le notaba que estaba bien "dotado". Comencé a mover mis caderas desde atrás hacia delante, soltando pequeños jadeos y escuchando los roncos gemidos de mi acompañante, era jodidamente sexy, jamás había estado tan excitado en mi vida. Dejé de moverme y me incliné hacia delante, pegando mi torso con el suyo y comencé a besarlo de nuevo. Sentí sus manos posarse en mi cintura otra vez, sólo que ahora las sentí moverse hasta mi trasero, tomándolo fuertemente entre sus grandes manos, apretando hasta sacarme varios gemidos que eran cortados por su boca.

Dejé sus labios y comencé a trazar un camino desde su mandíbula hasta su cuello, quería besarlo tanto en todos lados que no me importó comenzar a succionar su piel para luego morderla, incentivandome aún más cada vez que soltaba un gemido por lo bajo, sintiendo su garganta vibrar en mis labios. Besé toda la extensión de su cuello, de izquierda a derecha, y bajé hasta su pecho, arrastrando mi cuerpo cada vez más abajo. Pero sus manos tomaron mis muñecas, deteniendo mis movimientos. Quise sentarme de nuevo, pero en un rápido movimiento fui arrastrado de nuevo hacia arriba y sentí su boca succionar mi pezón derecho, y su otra mano en el izquierdo, tuve que sostener mi cuerpo colocando mis dos manos a los lados de su cabeza. Gemí y comencé a soltar lágrimas, en todo este mes nadie se había preocupado por complacerme y esto se sentía como alcanzar las nubes. Dejó de estimular mis pezones abruptamente, decepcionandome un poco pues la satisfacción había durado poco. Pero detuve mis pensamientos cuando me sentí ser derribado sobre el colchón en un movimiento imperceptible, me encontraba boca arriba con ambas manos sobre mi cabeza, sujetadas por la mano derecha de Edward.

Esa acción me asustó y excitó al mismo tiempo, ser tomado desprevenido es una de las cosas que más me gustaban. Sonreí de lado y cerré mis ojos cuando senti sus rosados labios estamparse en mi cuello, ya no estaba realmente seguro de si era su primera vez, ya que estaba haciéndolo realmente bien.

Sentí su boca succionando mi cuello y abrí los ojos con rudeza.

-N-no me dejes m-marcas por favor -intenté decir entre gemidos- no es b-bueno para mi tr-trabajo ¡ah! - gemí sin poder evitarlo cuando sentí su mano izquierda acariciar mi entrepierna sobre la tela que la cubría.

No sabía que te tenía || L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora