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— ¿Y qué vas a hacer Kookie? —Preguntó Taehyung tratando de lamer las partes derretidas de su barquilla mientras íbamos de camino a mi casa para jugar videojuegos. 

— Es decir... —Yo cogí un helado de vaso para que no me sucediera exactamente lo que estaba sucediendo con mi hyung, tener todos los dedos embarrados de vainilla —No es una mala chica pero ¿sabes? Es incómoda esa metodología de cita a ciegas.

— Lo sé pero luego te acostumbras —Dijo él sonriendo ampliamente —Y lo más sorprendente de todo es que si te llegas a enamorar de ella lo haces verdaderamente por quién es y no por el físico.

— Si, hyung pero... —Me detuve haciendo que Taehyung hiciera lo mismo dos pasos más adelante cuando notó que yo me había quedado estático en mi lugar —¿No crees que si tu novia hubiese sido alguien realmente fea...

— Jungkook —Dijo serio sin llegar a sonar rudo —Créeme cuando te digo que cuando te enamoras de un alma, de una persona... Lo físico pasa a ser lo menos importante, de verdad que sí.

Me mordí el labio por dentro y tomé una cucharada de mi helado. 

— ¡Estás inflando las mejillas como un hámster! —Dijo señalándome —¡Estás enojado!

— ¡Claro que no! Es sólo que...

Taehyung caminó hasta donde estaba yo y me dio una palmada leve en el hombro.

— Puedes jugar un juego en tu próxima cita, Kookie.

— ¿Un juego? —Lo miré confuso.

Tae asintió energéticamente y vi como un chorro de vainilla se deslizó por su mano hasta gotear.

— Yo también tenía mis serias dudas cuando estuve en la agencia y por eso creé el juego que te diré ahora mismo. Ven —Hizo señas con la mano de que me acercara a él para que me susurrara algo al oído.

— Está... ¿bien? —Hice como pidió y de inmediato Taehyung me contó de que iba a aquel juego.

— Sencillo, ¿no? —Él estaba encantado con su idea.

— Uh —Me mordí el labio inferior. Mi helado también empezaba a derretirse pero al menos no tenía las manos sucias —Bueno creo que eso podría funcionar.

— Entonces ya sabes la próxima vez que vayas a verte con... Eun... ¿Eunbi?

— Sí, Park Eunbi —Dije sin darle mucha importancia retomando la marcha.

— ¿Park Eunbi? —Tae pareció pensativo mientras clavaba la mirada en el cielo despejado por unos segundos.

— Por cierto te ha mandado saludos, parece que te conoce.

Taehyung no me respondió de inmediato.

— ¿Park Eunbi? —Repitió luego de unos segundos de silencio.

Seguí caminando hasta llegar a la esquina de la calle donde estaba mi casa y no fue hasta allí que me di cuenta de que en los siguientes tres metros de camino, Taehyung no me había seguido.

— ¿Taehyung? —Pregunté mirando sobre mi hombro.

Él seguía mirando hacia el cielo con el rostro pensativo, el helado chorreando en su mano y su boca semi abierta.

— ¡Te ves muy gracioso desde aquí! —Grité divertido pero Taehyung no pensaba igual que yo.

Porque cuando quitó la mirada del cielo y la dirigió directamente hacia mí tenía el ceño fruncido que resaltaba en su rostro gracias a que usaba una banda en el cabello que le quitaba el fleco de la frente.

— ¿Qué sucede, hyung? —Pregunté bajito y sé que no llegó a escucharme pero yo sí pude saber que habían dicho sus labios incluso si no había emitido ni un sólo sonido.

No podemos estar hablando de la misma Park Eunbi.

lights → jeon jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora