Año y medio atrás.
Eunbi había estado anticipando la próxima cita en la agencia, estaba realmente ansiosa de poder volver allí y en medio de la oscuridad hablar con la persona que tanto le gustaba. Era ese chico el único que le había hecho creer que el amor existía para las personas como ella.
Claro que en Eunbi no había nada malo. Sin embargo, el mundo le había hecho creer que sí y por eso ella misma se odiaba cuando se miraba en el espejo. Eunbi era una chica que no cumplía con el típico estereotipo de belleza de Corea puesto que era "gorda" para muchos.
La vaca. La ballena. La cerdita.
Todos ellos sobrenombres que le habían dado en la secundaria, incluso el mismo chico del cuál ella estaba enamorada. Muchos habían sido sumamente crueles mientras cursaba sus estudios y por eso cuando Eunbi pasó a la universidad Eunbi se sentía feliz de dejar ese oscuro pasado atrás. Sin embargo, las personas son crueles vayas a donde vayas y los insultos no pararon; eran menos sí pero nunca se detuvieron.
Cada que pasaba por alguna tienda y miraba las vitrinas recibía miradas de desaprobación o cuchicheos, risas disimuladas y alguno que otro comentario que hacía alusión a su físico.
En la universidad no fue muy diferente.
"Deberías hacer dieta, Eunbi. Vas a morirte."
Ese era uno de los comentarios más inocuos que recibió durante sus años de estudio superior pero cada uno más doloroso que el otro.
Así fue como la chica empezó a creer que el mundo se había empecinado en hacerla sentir miserable en todos los aspectos de su vida y el amor no era la excepción. Eunbi pensaba que definitivamente ella nunca podría llegar a ser amada de la forma en la que veía en la televisión o, sin ir muy lejos, nunca recibiría una mirada como la que recibían sus compañeras de clases por parte de sus novios.
¿Amor y Eunbi? Esas dos palabras no combinaban y por eso cuando ya estaba a punto de rendirse en el tema fue que dio con la agencia de citas a ciegas.
Citas realmente a ciegas. No había riesgo de que la vieran y la rechazaran y por eso decidió darle una oportunidad. No todo podía ser tan malo y quizás alguien se enamoraría de ella por su personalidad, después de todo, Eunbi no era un mal partido ya que era bastante centrada, inteligente y estaba a punto de graduarse de la universidad. Se sintió animada. Sí, ella no era un mal partido y seguramente allí afuera había un hombre de buen corazón que dejaría a un lado su físico y se fijaría en todo lo demás que tenía para ofrecer.
Y así fue. Conoció al chico de sus sueños mediante las citas a ciegas y supo que no todo estaba perdido.
Cita tras cita la química fluía entre ella y aquel chico que estaba a oscuras y cuya voz era la más dulce de todas. Eunbi nunca se sintió más feliz e incluso empezó a olvidar su físico y las muchas cosas que la acomplejaban de él.
Ella llegaba rezagante a la agencia y todos podían notar su felicidad aunque más de una vez escuchó comentarios desalentadores en el lobby o de alguno de los otros clientes. Eso por supuesto la desanimaba pero había aprendido que a pesar de que había mucha gente cruel también existían personas de buen corazón como por ejemplo su chico, Kim Taehyung y ese tal Jeon Jungkook.
Los dos últimos la habían defendido una vez sin que ellos supieran que Eunbi los había escuchado cuando unas chicas hicieron comentarios crueles en el lobby de la agencia cuando vieron a Eunbi pasar.
— ¿Esa ballena de verdad cree que va a enamorar a alguien? ¡Mírale ese tamaño, podría comerse a ese pobre chico! —Dijo una.
Eunbi había escuchado cuando estaba por devolverse a preguntarle algo a la chica de recepción. Apretó los dientes de la rabia y el dolor que sentía en su pecho, se preguntó ¿por qué tenían que ser tan malas personas cuando ella nunca les había hecho nada?
Entonces fue cuando escuchó a Kim Taehyung defenderla.
Kim Taehyung era un chico que también usaba la agencia para encontrar el amor y aunque sólo se habían cruzado un par de veces, él siempre era amable con Eunbi. Siempre le sonreía y le preguntaba cómo había ido su día, sin embargo, ella sólo respondía tímidamente y se iba directo hacia su cita.
— ¿Y tú de verdad crees que podrías encontrar novio con ese montón de veneno que se te chorrea de la lengua? —Respondió Taehyung recostado del mesón de la recepción. Seguramente estaba esperando la hora de su cita para entrar.
Ese día no había ido solo a la agencia pues estaba con un chico que Eunbi nunca antes había visto por allí y el cual tenía cara de pocos amigos.
— ¿Cómo puedes ser tan grosero, Taehyung? ¿No ves lo gorda que es o me vas a decir que eres guapo pero ciego? —Respondió la otra chica.
— ¿Y por qué eso debería ser un problema? —Esta vez fue el otro chico el que respondió —Yo preferiría una novia como ella a una flor podrida como tú. Lo siento, eres muy bonita pero nunca te tendría de novia con lo cruel que eres. Además el físico es algo que va y viene, con ejercicio te aseguro que esa chica podría tener el cuerpo que quiera pero tú definitivamente no puedes cambiar ese mal corazón —Se le notaba la rabia en la mirada.
— Creo que han hecho enojar a Jeon Jungkook y eso es un logro —Aplaudió una vez Taehyung —Kookie ya puedes irte a casa, gracias por acompañarme hoy —Dijo sonriente.
Las dos chicas se alejaron refunfuñando mientras que Eunbi sentía las lágrimas correr por sus mejillas. Secó su rostro y caminó directamente hacia el lobby justo cuando Jungkook ya había salido y Taehyung se distría con su celular.
— Gracias —Murmuró y aunque nadie la había escuchado en su corazón aquella palabra iba dirigida a esos dos amables chicos, sobretodo a ese tal Jeon Jungkook.
Y caminó hacia donde se encontraría con el chico que tanto quería pues hoy habían acordado encender las luces y ver por fin el rostro del otro. Ese día era particularmente especial y alentador para Eunbi.
O lo hubiese sido si aquel chico hubiese llegado para la cita.
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lights → jeon jungkook
Fanfiction❝No era necesario mirarla para saber que estaba a mi lado.❞ En donde detrás de aquella oscuridad había alguien que Jungkook quería conocer. → Historia original.