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 Ese día comprendí que a veces mis amigos podían ser tan infantiles que yo lucía como el mayor de todos.

  — ¿De verdad la urgencia se debía a esto? —Dije llevándome una mano a la cara, resignado saqué la copia de la llave que tenía en mi bolsillo y se la tendí a Taehyung.

Taehyung en toalla y con la mitad del champú en la cabeza y su perro Yeontan en los brazos ladrando como un psicópata del tamaño de un peluche. A sus pies una bolsa de...

 —  ¿Bóxers? ¿De verdad? —Dije cogiendo la bolsa mientras la observaba detenidamente. La marca era extranjera.

 — Kookie ~ —Lloriqueó él y Yeontan ladró mientras hacía pequeños ruidos de molestia —Tenía que firmar el recibo de entregado pero la puerta se cerró en ese momento y...

— ¿Te quedaste a mitad del baño afuera de tu casa? ¿¡Con el perro!? —Tendí mis brazos y le quité la criatura —¡Debe tener hambre! —Regañé —¿¡Sabes cuántos litros de agua se están gastando si dejaste la ducha abierta!?

— ¿¡Qué iba a saber yo que se cerraría la puerta!? —Gritó de vuelta mi amigo abriendo la puerta —¡Estaba esperando por esos bóxers desde hace un mes!

Pasamos a su casa y dejé a Yeontan cerca del plato de su comida. Apenas lo bajé el perrito empezó a ladrarme reclamándome algo que no entendí pero decidí ignorar a la bola de pelos berrinchuda. Por algo era la mascota de Tae, se parecían.

— ¡Listo, listo! —Dijo Taehyung desde el baño, escuché que cerró la ducha y volvió hacia dónde estaba yo.

— Hyung... —Me senté en la mesa de la cocina —¿Y te piensas quedar con el champú?

— ¡Ah, cierto! —Dijo volviendo al baño y no pude hacer más que reírme por lo despistado que podía ser a veces.

Luego de que Tae estuviera listo y se vistiera con un mono gris cómodo y una franela negra, salió quejándose de que se había acabado el agua caliente y que los bóxers le habían quedado un poco apretados.

Yo sólo me reí pero la verdad desde hacía rato había estado pensando en Eunbi.

— Kookie, ¿hay algo de lo que quieras hablar? —Preguntó Tae sentándose en la mesa mientras me ofrecía una vaso de agua —¿Hoy era tu cita en la agencia, no?

— Ah, sí. Fue realmente genial —Dije animado de que mi amigo me estuviese preguntando por mi día. 

— Vaya, vaya, ¿qué es esto? —Tae se cruzó de brazos y me miró con una sonrisa pícara —El que no quería ir a la agencia ahora de pronto dice que le fue genial en la cita... —Levantó ambas cejas de forma sugestiva. 

— Bueno hoy descubrí muchas cosas y me di cuenta de que ella es muy... muy... —Interesante, ¿incluso divertida?, tímida —Me gustó hacer el juego que me dijiste.

— ¡Viste! Eso siempre resulta y no es incómodo —Dijo dando un aplauso —¿Y qué averiguaste?

Me aclaré la voz, había averiguado muchas, muchas cosas. 

— Le gusta el color amarillo, una vez se fue al extranjero con su familia y se perdió —Reí —No es muy alta. Le da alergia los mariscos. Nunca se ha fractura un hueso pero yo le dije que yo sí por culpa de mi hyung Hoseok.

— Bueno realmente fue tu culpa... —Murmuró Tae pero lo ignoré y seguí.

— Nunca ha tenido novio, yo tampoco —Dije algo emocionado porque eso significaba que los dos éramos totalmente nuevos en el tema de las relaciones —¡Ah, algo muy horrible! Ella... me contó que en la secundaria la acosaban mucho pero no me dijo por qué. Que el chico que le gustaba siempre la maltrataba junto a sus amigos —En ese momento me sentí totalmente desanimado, ¿qué clase de idiota hace esas cosas? —¡Es un idiota ese chico!

Taehyung sólo escuchaba.

— ¿Y no te dijo por qué la acosaban?

— Ya te dije que no, creo que es un tema delicado para ella —Había notado que Eunbi casi no respondía las preguntas sobre su tiempo en secundaria con el mismo ánimo que respondía las otras —¡Pero, adivina qué!

Taehyung se sobresaltó.

  — ¿Qué, Kookie?

— Es una heroína, es enfermera hyung —Dije sonriendo. Es decir, esas personas son realmente héroes ayudando a otros —¿No lo... no lo... —Tae se levantó del asiento y se fue directo al refrigerador como si intentara ignorarme —¿Tae, por qué me ignoras?

Tenía la cabeza metida en el refrigerador.

— No te ignoro, Kookie. Te estoy escuchando —Dijo pero sabía que no le estaba prestando la misma atención de antes a nuestra conversación.

— No, es decir... —Quizás lo estaba aburriendo. Me hundí en la silla.

— ¿Tienes hambre? —Preguntó sacando unos implementos del refrigerador.

Asentí y el resto de la tarde no volvimos a tocar el tema de Eunbi. 



lights → jeon jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora