"Un profundo Amor" [Draco Malfoy]

I Una orden inevitable I

El último recuerdo de mi madre era de cuando tenía 6 años. Yo estaba en un pequeño salón jugando con un tren de juguete. Oí una discusión. Con pasitos curiosos caminé donde provenía el ruido. En el espejo del pasillo se reflejó la cruda escena. Un rayo verde golpeó a mi mamá y el causante se fue, dejando a mi tan preciada madre sobre el suelo con una expresión de sorpresa. Mi padre, Severus Snape, entró de golpe. Tomando su espalda y gritando su nombre. Yo estaba demasiado shockeada como para hablar o moverme.

Saboreaba las gotas saladas que recorrían mi rostro. De nuevo, el mismo sueño. Aún no dejo de extrañarla, a pesar de que han pasado 5 años desde su fallecimiento. No obstante, tenía que mantenerme fuerte y alegre, porque el día de hoy comenzaría una nueva vida en Hogwarts. Hace poco había recibido la carta. Claro, que mi padre ya lo sabia, incluso tenía todos los materiales comprados. Así que decidí, hace un tiempo, comenzar por leer mis próximas materias. Primero lo hacía por exigencia de mi papá y segundo para no morir de aburrimiento. La mayoría del tiempo me paso en casa sola. No es como si me gustase lo contrario, yo realmente no tengo la mejor relación con mi padre. No soy como él, se la pasa repitiendo que me parezco a mi madre y yo ya sabía que él nunca la amo lo suficiente. Lo cual con tan solo pensarlo me ponía histérica.

--Shara, creo yo que haz estado estudiando-- Irrumpió en la habitación.

--Exactamente, cada tomo-- Respondí con voz queda, por lo cual salió él con su expresión seria.

Estaba acostumbrada a su trato. De todas maneras él es mi padre, no puedo odiarlo y mucho menos negar mi sangre. Creo, que al igual que mi madre soy la única que entiende su forma de apreciarme. Sé que es así de estricto porque quiere que sea una gran bruja y demás. Yo también deseo lo mismo. No puedo decepcionarlo.

Comencé por bajar mis cosas, pero Bloost, el elfo doméstico me detuvo para llevar mi bolso.

--Papá, ¿No es así?-- Le pregunté, por lo cual asintió. No me gustaba que Bloost acarreara mis cosas como esclavo, sin embargo mi papá y él insisten en que debe hacerlo.

Todo el terreno por el cual estoy caminando, incluida la mansión y la mayor parte de los muebles pertenecía a mi madre. Una gran y rica bruja pura sangre, que un día se enamoró de mi padre... Y luego, nací yo...

Admiraba el gran retrato de mi difunta madre que adornaba la sala. Tenía grabadó "Samantha Rosier" sobre una placa dorada.

--¿Qué haces Shara? ¿Quieres perder el tren?-- Me apresuró.

--Tranquilo, ya voy. Solo me despedía de mamá-- Él miró el retrato.

--No tienes que hacerlo, ella siempre irá contigo... Incluso, no es necesario el retrato para verla. Tú eres su viva imagen-- Formuló con una sonrisa amarga a lo cual yo fortalecí con una amplia.

Llegamos a la estación 9¾ con tiempo de sobra.

--No te gastes todo el dinero en dulces-- Me dijo.

--¡Oh, ya me haz arruinado el viaje!-- Bromeé y él rió un poco.

--Severus Snape, ha pasado un tiempo-- Nos dirigió una voz tranquila y fría, pero dudaba sobre cuál de las dos era más gélida en cuanto contestó el saludo mi papá.

--¡Shara, has crecido mucho!-- Escuché un gritito por lo alto. No era ni nada más menos que mi madrina Narcissa Malfoy.

--¡Tía!-- Me alegré al verla y ella me dió un leve abrazo.

--¿Por qué no has contactado con nosotros?-- Me preguntó.

--Bueno, he estado ocupada y supongo que un día se perdió el contacto...-- Dije tristemente.