"Un profundo Amor" [Draco Malfoy]

VIII La voz de una serpiente VIII

Caminaba por los pasillos de la vieja casa, llegaba al salón viendo a mi madre, ella me sonrió contenta. Y hizo una señal para que me acercara, sin embargo las únicas palabras que escuché fueron... —§Ven..., ven a mí... Deja que te desgarre... Deja que te despedace... Déjame matarte...§— Desperté con un grito.

Miré alrededor, las chicas estaban sumidas en un profundo sueño. Y observé intranquila la ventana, con la que aveces golpeaban las marejadas. Mi gato Salem, se acercó a animarme.
—Ya viene— Me acurruqué junto a mi gato.

—¿Y se puede saber porque tenemos que ayudar organizar una estúpida fiesta de Halloween?— Cizañaba Draco.

—No seas aguafiestas, incluso traeran a esqueletos danzantes— Me animé.

—Típico de Dumbledore— Se deprimió.

—Vamos, ayúdame a hacer las decoraciones— Tomé de sus manos suplicante.

—Ya qué insistes tanto— Así recortamos guirnaldas en forma de murciélagos y fantasmas. Además de tallar caras en una calabaza. Draco salpicó casi todo sobre su ropa, yo me reía a carcajadas. Le enseñé a tallar las calabazas. —¿Dónde aprendiste?—

—Solía hacerlo con mi mamá— Le sonreí sosteniendo mi mano sobre la suya, para guiarlo.

—Tú madre debió saber muchas cosas— Yo le sonreí alegremente asintiendo.

—Así es, Draqui— Él pareció impresionado de mi alegría, desvío su mirada rápidamente.

La noche de Halloween fue simpática. Habían distintos músicos y era interesante ver a los esqueletos presentar su baile. Obligué a bailar a Draco de la emoción, aunque él no parecía muy contento. Lo asustaba con lo animada que me ponía. Iba todo de maravilla cuando aquella voz en parsel me detuvo.

—§Desgarrar... Despedazar... Matar...§— La misma voz fría, asesina, que había oído mientras dormía.

—¿Qué sucede, Shara?— Salí corriendo a los pasillos en busca de la voz. —¿Qué pasa? ¿Por qué corriste así?— Le tapé la boca.

—Silencio— Acerqué mi oído a la pared.

—.§Deseado... durante tanto tiempo... matar... Es la hora de matar...§—
La voz se fue apagando.

—Es la criatura de la cámara... Tal vez asesine a alguien esta noche— Me abracé con temor.

—Shara, deberíamos terminar de cenar— Él me dirigió de vuelta a mi sitio. —Deja de preocuparte, solo los sangre sucia estarían en peligro.—

—¡Draco!— Le di un pisotón. —Hablamos de vidas... Ya sea porque son muggles o no, quitarle la vida a una persona, es horrible— Recordé cuando vi morir a mi madre. El platinado se quedó sin palabras.

La fiesta se terminó, por lo que todos volviamos a nuestros dormitorios. Sin embargo el ruido de los estudiantes se apagó de repente, cuando vieron a la señora Norris colgada, junto a unas letras escritas con sangre.

LA CAMARA DE LOS SECRETOS HA SIDO ABIERTA.
TEMED, ENEMIGOS DEL HEREDERO.

Harry, Ron y Hermione estaban solos, en medio del corredor, cuando se hizo el silencio entre la masa de estudiantes, que presionaban hacia delante para ver el truculento espectáculo.

Luego, Draco gritó en medio del silencio —¡Temed, enemigos del heredero! ¡Los próximos seréis los sangre sucia!— Avancé junto a él hasta la primera fila. Mostró una expresión alegre en los ojos, y la cara, habitualmente pálida, se le enrojeció con mis ojos furiosos.