14.-Frente a frente ( final de la primera parte)

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Hola mil holas ♥

He aquí el último capítulo de esta hermosa historia el cual dedico a ustedes con mucho cariño.

o-o-o-o-o-o-o-o-o

En el supermercado.

Con Krest y Dégel.

—¡ por favor papá!—rogó el joven por tercera vez—no salgas con tus preguntas de nivel cinco.

El venerable Krest lo miró ofendido.

—tengo que comprobar que no es un bruto y que no te conducirá por los caminos de la.....

Dégel lo cortó exasperado.

—no me vengas con esas papá, aparte que no eres religioso.

—debería darte una zurra por maleducado, como ya tienes independencia económica y un hijo al que consientes todo—se quejó Krest en voz alta—a mi me tratas como un viejo hostigoso.

—pero si apenas tienes 42 años papá—comentó exasperado—ya te he dicho que eres joven y que deberías intentar algo con Garnet.

Para Krest no fue nada emocionante escuchar que aún tenía madera para los romances.

—ni para remedio, además me siento muy bien divorciado y parece que quieres deshacerte de mi...dime...¿ te estorbo? ¡ es eso!

Su hijo se tapó la cara con ambas manos, Krest con ese tono de voz lastimero parecía que atravesaba la andropausia, sólo esperaba que no se extendiera hasta cuando Camus comenzara con los cambios de la etapa niño-adolescente porque si no serían dos con cuales lidiar. Eso sin contar con las rabietas sin sentido que se cargaba desde hacía días y que sólo las travesuras de Camus y Milo a veces paliaban.

En la sección de vegetales el mayor se aprestó a elegir minuciosamente aquellas que necesitaría para una cena de buen gusto y de paso impresionar a aquel joven que Dégel traería y por el que tenía una gran curiosidad.

—voy a tardar—anunció el castaño rojizo despreocupado—tú ve a elegir las chucherías para tu hijo y el niño de pelo azul....

Por quincuagésima vez, se olvidaba el nombre del nene escorpión.

—se llama Milo y no son chucherías hasta tú mismo compras galletitas de animalitos y las das en el almuerzo.

—bueno da igual—agitó la mano espantándolo—cuando te aburras de llenarte las manos de harinas procesadas, vienes.

****************

—sus nuevos asistentes son muy guapos jefes—comentó una chica que ingresaba a la oficina de Sisifo—¡ oh! pero el muñeco de aquí—señaló a Milo que dejó de armar un avioncito de papel para mirar confuso al mayor.

Ver a tres niños en la compañía Zodiac S.A era inusual más si estaban en la oficina de uno de los jefes por lo que los empleados se abocaron a conocerlos más en especial al nene de ojos turquesas que entró saludando y repartiendo besos a las señoritas del lugar. Aioria algo intimidado por todas esas gentes que se acercaban a observarlos se aferró a la mano de su padre y caminó a su lado.

Sin embargo el castaño para poder hacerse cargo de los otros dos niños tuvo que cambiar la reunión con El Cid para otro día, este tampoco podía reunirse con el griego por motivos que atañían a su vida privada.

Era como ver a mini estrellas de Hollywood desfilar por la alfombra en este caso verde que daba la bienvenida a la empresa.

Sisifo se rió con ganas ante el piropo para el pequeño que se sonrojó y ocultó su carita teñida de carmín tras la espalda de Camus que masticaba distraídamente una fresa, Aioria un poco celosillo abandonó su lugar frente a una maceta con un cactus y se puso a lado de la silla de su padre.

Pequeños : la saga de los acuarianos y bichitos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora