Atsuya no había cambiado en todas esas semanas, pero él sí era un chico diferente. Le había relatado sus aventuras en la nueva ciudad y el nuevo instituto, no obstante, se cohibió completamente de contarle sobre su amorío de verano (¿realmente podía llamarlo de esa manera?). Había estado entusiasmado hasta que el muchacho hizo aquella pregunta con un tono de picardía "¿Y te gusta alguien? ¿Has encontrado el amor por allá?" Atsuya no era una persona romántica, para nada, sabía que quería molestarlo. Lo había conseguido, de cierta manera.–Sigues tú. – señaló el moreno.
Gouenji Shuuya no le había insistido que le contara sobre qué habían charlado, pero si le preguntó cómo se sentía; ni él mismo lo sabía. "Me alegra haberle llamado. Gracias." fue su respuesta, acompañada de una sonrisa sincera. Sin embargo, no podía jurar que estaba feliz. En su defecto, podría decirse que melancolía era un mejor sentimiento. Colocó los As de corazones en la alfombra y anunció su victoria levantando los brazos y sonriendo.
–¡Gané!– expresó con emoción.
Kira le había enseñado muy bien cómo ganar en esos juegos. Gouenji mostró su frustración cubriéndose el rostro y conteniendo un grito de desesperación.
–¿Otra vez?– Se quejó. –No es justo, ¿cómo eres tan bueno?– preguntó con una sonrisa nerviosa.
–Tengo un buen profesor.– respondió, sembrando la incertidumbre en el moreno. –Perdiste, ahora tendrás que contarme un secreto.
Ese había sido el trato; quien perdiera, debía revelar un secreto. Pero no cualquier secreto, debía ser uno de tal magnitud que al ser expuesto detonara en una gran explosión, que arrasará con ellos. Quizás era demasiado, Fubuki estaba demasiado asustado, porque su mayor secreto era que había tenido sexo con un hombre 12 años mayor que él. Aunque claro, siempre podía mentir. Pero a él no se le daba bien mentir, Gouenji lo descubriría en segundos. Qué alivio haber ganado.
–Me gusta alguien.– dijo, sin rodeos y sin siquiera detenerse a pensarlo. Era como si desde un principio ya sabía qué era lo que diría. Parecía que lo había preparado todo para ese momento. Tal vez, llevaba algunos días ensayando frente al espejo.
–¿Ese es tu mayor secreto?– respondió burlón. No era lo que esperaba, a todo el mundo le gusta alguien, ya eso no era un secreto interesante.
Había crecido.
–Déjame terminar.– pidió riendo. –Es un chico.
Okay, eso era más interesante. Considerando que Shuuya Gouenji era popular entre el sector femenino y cargaba en sus hombros una fama de mujeriego, eso sí era una sorpresa. Shirou no podía disimular su marcada expresión.
–¿Eres gay?– inquirió incrédulo.
–No sé si considerarme gay, sólo me ha gustado un chico en toda mi vida.– respondió nervioso.
–¿Y quién es? ¿Lo conozco?– insistió, acercándose. Sus ojos brillaban, emocionados.
–Sí, lo conoces.– respondió.
–¿Cómo se llama?
Fubuki ignoraba lo incómodo que estaba haciendo sentir a su compañero, pues su curiosidad era más fuerte. Quería saberlo todo, Shuuya siempre se había presentado como una persona inescrutable y ahora, le estaba permitiendo acceder a una parte de su vida.
–Tienes que adivinarlo.– respondió con una sonrisa ladina.
Shirou Fubuki frunció el ceño e hizo un mojín. –No es justo. Tienes que contar el secreto completo, de eso iba el juego.– señaló molesto.
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Nuestro secreto en verano.
FanficHiroto solía preguntarse sin tendría permitido mirarlo de esa manera. ¿Podría estar mal, cuando él es tan agradable de mirar? Shirou Fubuki huele a limón y sueños. Él sabe a jugo de manzana y durazno. Él comenzó a significar todo. Pero Shirou Fubuki...