Nuestro secreto en verano.

Capítulo 05. Je t'aime beaucoup

♥

Estaba enojado. Muy enojado.

Había sido sutilmente rechazado y lo peor de todo, ¡él ni siquiera se había percatado de ello! Hiroto Kira ni siquiera comprendió el significado de sus palabras, ni le dio el valor que merecerían. ¿Qué había pensado? ¿Que se trataba de un simple "Me agradas" y ya? Qué tan ingenuo podría llegar a ser. Su cansancio le permitió dormirse de inmediato porque, de no ser así, esa noche habría indagado en el tema hasta que el sol se asomara por su ventana. Y debía ir a clases, no podía darse el lujo desvelándose.

Se despidió de sus padres, con efusivos abrazos y besos. Había desayunado hotcakes con miel y fresas, quizás su madre había percibido su mal genio con esos poderes que le otorgan a las mujeres una vez que traen a otro ser al mundo, y le preparó un desayuno dulce para alegrarle el día. O simplemente no lidiar con su expresión gruñona. Pero de alguna manera había funcionado, salió de su casa y el cielo estaba nublado. Había una alta probabilidad de lluvia, según la aplicación del clima ese día llovería. Echó una mirada a la casa vecina por costumbre; no había nadie. Esperó, nada. Esperó un poco más, resoplando y mostrándose impaciente. Hiroto Kira entró a su estudio, se sentó frente al escritorio y echó una mirada por la ventana. Sonrió y le agitó la mano en su dirección.

Shirou Fubuki lo ignoró, a conciencia y demostrando con descaro que no se había tratado de un accidente.

Caminó hacía la secundaria, con la cabeza en alto y esquivando a las personas que se interponían en su camino. Usualmente, aunque ignoraba a las personas y no se relacionaba con sus compañeros, era amable y sutil. Hoy, por el contrario, era mejor no acercarse demasiado. Sus ojos eran la Antártica y sus palabras el infierno. Estaba aturdido, ¿cómo una persona podía influir tanto en su estado de animo? No quería otorgarle ese poder a Hiroto Kira pero, lamentándolo, ya lo tenía.

–¿Ya decidiste a qué club vas a inscribirte?– preguntó Kazemaru Ichouruta por décima vez esa semana.

Ese muchacho de aspecto femenino era insistente, a tal punto que se volvía insoportable. Fubuki contaba con mucha paciencia pero, el día de hoy no había llenado el tarro donde almacenaba dicha cualidad.

–Ya te dije que no voy a inscribirme a ninguno.– respondió, procurando no ser demasiado despectivo en su tono de voz.

Ni siquiera estaba mirándolo, los chicos que practicaban gimnasia en el campo eran más interesantes que lidiar con Kazemaru. Pero el chico no se rendía. Ni siquiera parecía molesto, sólo un poco ansioso. El por qué decidió enfocar su atención en Shirou Fubuki era todo un misterio.

–Es divertido. Conoces a nuevas personas y te haría bien porque apenas estás llegando y...

–¿Cómo se dice "Me gustas mucho" en francés? – interrumpió, mirando a Kazemaru con intriga y una expresión seria en su rostro infantil.

Kazemaru se había extrañado por tan repentina pregunta pero lo pensó, se quedó divagando sin obtener una respuesta. Sonrió nervioso a su compañero y negó, diciendo que no tenía ni idea. Shirou Fubuki suspiró, de seguro Hiroto Kira sí sabía la respuesta. Él sabía todo sobre todo.

–Bueno, sobre el club...

–No.

–De acuerdo, si cambias de opinión.

Shirou estaba seguro de que, si ese chico no perteneciera al consejo estudiantil ya lo habría golpeado detrás del edificio. Mantenía su posición, él no estaba interesado en intimar con otras personas, ni convivir. Incluso a la hora del almuerzo ocupaba una mesa solitaria al final del comedor, cerca de la ventana y se entretenía con su móvil. Había creado un grupo en Line donde estaban todos sus amigos de Hokkaido; sus verdaderos amigos y lo mantenían informado. Se intercambiaban fotos, audios y vídeos. También se entretenía en el perfil de Hiroto Kira, se había creado una cuenta falsa para comenzar a seguirlo y llenar de corazones su estado de Instagram. Se quedaba con algunas fotos y las veía largo rato. Si alguien lo descubría, seguro pensaría que estaba obsesionado. Pero a él no le importaba, porque era su secreto.