Segunda senda de Fire Emblem Fates. En esta historia, Corrin elegirá volver con sus hermanos Nohrios. Sin embargo, no significa que su decisión estuviera exenta de sufrimiento. El rey Garon oculta muchas cosas. Es tiempo de terminar la guerra.
-Después de lograr controlar a Avel, llegaron a una enorme mansión después de algunos cuantos días. Por su fachada, pudieron deducir que era bastante antigua. Camila estaba impaciente, hacía mucho tiempo que no veía a su amado hijo, quien había heredado su cabello lila. Jakob suspiró al ver la mansión. Parecía estar de mal humor.-
Jakob: ¿Hay alguien ahí? ¡Estoy buscando a mi hijo Dwyer!
-Nadie respondió al llamado de Jakob. Molesto, rascó su cabeza. No podía creer que tuviera un hijo tan holgazán como lo era Dwyer. Desde el día de su nacimiento, el chico había sido un mal ejemplo para cualquiera que quisiera volverse mayordomo. Era un verdadero holgazán, pero había que admitir que sabía preparar un café increíblemente bueno.-
Jakob: Para variar, ese holgazán debe estar roncando por ahí. Su pésima actitud contagió a toda ésta aldea: todos cansados. Ni siquiera se por qué me molesté en traerle de regalo sus granos de café favoritos.
Camila: No seas así con él, seguro ha cambiado...
Jakob: Camila, eres muy blanda con él. Ni siquiera me ha servido una de sus "famosas" porciones de té.
-Desde las sombras, apareció un hombre alto con armadura. Su cuerpo desprendía un aura lila. Todos se pusieron en la formación de defensa. Ése no era Dwyer. Jakob estaba empezando a preocuparse por su hijo. Corrin se puso cerca de su vasallo, listo para ayudarle en caso de ser atacado.-
Jakob: ¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿Nos seguiste? ¡SI NO ME RESPONDES, TE CORTARÉ EN DOS!
-Se palpaba la tensión en el ambiente. Jakob estaba comenzando a enojarse. Algo no estaba bien. El invasor se dio la vuelta corriendo y adentrándose en la mansión. Corrin ordenó que todos se prepararan para pelear, pero sin esperar un solo segundo más, el mayordomo se adentró a toda velocidad en el hogar de Dwyer. Su hijo estaba en peligro, mientras recorría los pasillos, vio que la casa estaba llena de enemigos. La situación estaba cada vez más peligrosa.-
Jakob: ¡¡HIJO!! ¡¡HAY ENEMIGOS!! ¡¡VAN A POR TI!!
-En la habitación más alejada de la mansión, rodeado de sus soldados, Dwyer rascaba su cabeza molesto. Estaba bastante molesto con aquella invasión, ya que su siesta había sido interrumpida; por si fuera poco, oír aquellos gritos que lo llamaban en la lejanía lo desconcentraban.-
Dwyer: Pero ¿Quién chilla como un poseído? Como si no tuviera ya bastante problemas. Supongo que es padre; tenía que aparecer en el momento más oportuno. Da igual. Ya tengo suficiente con intentar mantenernos a todos con vida.
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-El chico levantó el bastón por sobre su cabeza, curando a sus soldados mientras lanzaba un grito al cielo para demostrarles su apoyo a sus compañeros. Desde el otro lado de la casa, Jakob logró escuchar a su hijo. Se detuvo en seco al notar que éste estaba en la dirección contraria.-
Jakob: ¿Dwyer? ¡¿QUÉ DIABLOS ESTÁ HACIENDO ESE DESCEREBRADO?! ¡¿DEJANDO QUE LOS DEMÁS LUCHEN POR ÉL MIENTRAS SE QUEDA EN LA RETAGUARDIA?! Que deshonroso.
