-Pocos días pasaron y, finalmente, Corrin y sus aliados llegaron de vuelta al castillo Krakenburg; hogar del temido rey Garon. Al entrar en el pasillo, que terminaba abruptamente con las enormes puertas del salón del trono, la princesa dragón notó de inmediato la presencia de un hombre que odiaba con todo su corazón: Iago. El hechicero se acercó a la chica mientras sonreía con sorna. ¡Vaya que le daba risa el sufrimiento de ella!-
Iago: Oh, Corrin-sama. Veo que ha vuelto sana y salva de su misión.
Corrin: Sí. Por desgracia para ti, estoy bien.
-Todos los aliados de Corrin se estremecieron al sentir las duras palabras que la chica había pronunciado; por un momento, Iago perdió completamente la compostura y miró a la Nohria completamente atónito. Al cabo de pocos segundos, pudo volver a la normalidad, pues la sorpresa de las acusaciones de ella habían caído muy fuerte sobre el hechicero.-
Iago: ¡Que horribles acusaciones hace al leal servidor de su padre, Corrin-sama! Me ha ofendido tanto...
Corrin: Dí lo que quieras, me da igual. No voy a perder más tiempo contigo. Debo informar a padre sobre la misión.
Iago: Por supuesto. Imagino que tendrá mucho de lo que hablar.
-En ese momento, la chica notó que varios sirvientes de palacio y soldados caminaban apresuradamente por el gran corredor; como si algo importante y potencialmente peligroso estuviera ocurriendo en ese mismo instante. El semblante de dureza de Corrin desapareció, dejando ver la duda en sus hermosos ojos carmesí.-
Corrin: ¿Por qué todos están tan inquietos? ¿Pasó algo?
Iago: Nada que deba turbar su calma, Corrin-sama. Solo hay una pequeña revuelta en Cheve que debe ser sofocada; ahora mismo nuestros soldados se preparan para ir a ese lugar.
Corrin: (Otra revuelta... Si no me doy prisa en terminar con esta guerra... padre y mis hermanos podrían ser asesinados...)
Iago: Seguro que el rey Garon le dará más información si le preocupa el tema. La espera en el gran salón. Es mejor que no lo haga esperar.
-Sin agradecer al hechicero, la chica pasó por su lado, dejando que su agujerada capa se ondeara por el roce; el desgaste había hecho ligero aquel manto, tanto así que, con la más pequeña brisa, el ropaje ondeaba. Los partidarios de la princesa la siguieron en completo silencio; una vez solo, el rostro de Iago se endureció y dejó a la vista el odio en sus ojos.-
Iago: Sabandija... Paseando por el castillo como si fuera hija del rey. El plan de Macarath no fue lo suficientemente dañino, pero de los errores se aprende. La próxima vez no fallaré...
-En el salón del trono, todos excepto Elise y Camila se arrodillaron ante el monarca Nohrio; Azura permaneció detrás de Corrin, mientras que la princesa dragón bajó la mirada ante la presencia del hombre que consideraba su padre. Todo quedó en silencio, que poco después fue reemplazado por la voz de Garon.-
Rey Garon: Bienvenida de nuevo, hija. Las noticias sobre el éxito en tu misión han llegado a mis oídos. También puedo ver lo fuerte que te has vuelto. Estoy orgulloso de ti.
-Aunque sabía que las palabras de su padre eran vacías, la princesa Nohria no pudo evitar sonreír suavemente por los halagos que le había dedicado aquel hombre. Su corazón acelerado le hacía más difícil la compostura, por lo que tuvo que respirar despacio por unos segundos antes de poder responder.-
Corrin: Nada me hace sentir más feliz que sus halagos, padre.
Rey Garon: Pero aún no es tiempo de celebrar. Cheve requiere de nuestra atención en este instante. Quizá Iago ya te habló de ello. Aunque es una revuelta pequeña, debemos encargarnos de sofocarla o crecerá y traerá consigo una nueva y gran amenaza para el reino; no debemos subestimarlos. Confío en que tú, hija, seas quien lidere a nuestro ejército hacia la victoria.
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Fire Emblem Fates: Conquest
FanfictionSegunda senda de Fire Emblem Fates. En esta historia, Corrin elegirá volver con sus hermanos Nohrios. Sin embargo, no significa que su decisión estuviera exenta de sufrimiento. El rey Garon oculta muchas cosas. Es tiempo de terminar la guerra.