Segunda senda de Fire Emblem Fates. En esta historia, Corrin elegirá volver con sus hermanos Nohrios. Sin embargo, no significa que su decisión estuviera exenta de sufrimiento. El rey Garon oculta muchas cosas. Es tiempo de terminar la guerra.
-Después de que el pequeño Kana se uniese al batallón de sus padres, Corrin y Xander decidieron que sería bueno ir a ver a Siegbert; tal vez deberían despedirse de él, ya que él había crecido casi toda su vida solo con sus tutores en el mundo sideral. A diferencia su pequeño hermano, el hijo mayor era un chico independiente y muy aplicado en sus estudios.-
Leo: Entonces mi sobrino mayor vive por aquí, ¿No, hermano?
Xander: Sí. Espero que Siegbert se encuentre bien. Nuestra última visita fue hace tiempo...
-Cascos de caballo empezaron a sonar más y más fuerte, acercándose rápidamente hacia Corrin y sus compañeros; sin esperar un solo segundo, todos tomaron sus armas, listos para enfrentarse a quien intentara atacarles. El pequeño Kana había tomado la espada que su padre había hecho forjar para que pudiera pelear. De entre los árboles, un chico alto de cabello rubio, apareció.-
???: ¿Padre? ¿Eres tú? ¡Volviste!
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-El chico descendió de su caballo y abrazó con fuerza a Xander, quién le devolvió con cariño el abrazo. Después de soltar a su padre, rodeó con sus extremidades a Corrin, quien le sonreía con amor. Finalmente, se dirigió a su pequeño hermano y le acarició suavemente la cabeza. Estaba feliz de volver a ver a su amada familia.-
Xander: Siegbert, hijo mío... Has crecido tanto desde nuestro último encuentro.
Siegbert: No puedo creer... ¡Están aquí! ¡Todos ustedes están aquí! Siento estar tan eufórico, pero... Las misivas que me han llegado de sus logros me han hecho sentir tan feliz. Cada vez que recibía una, deseaba con todo mi corazón que fuese una de ustedes... Aunque sé lo ocupados que han estado todo este tiempo.
Corrin: Siegbert... Lo sentimos mucho...
Xander: Espero que no estés muy enojado con nosotros... Has pasado tanto tiempo sin nosotros... Creciendo sin que pudiéramos acompañarte...
Siegbert: ¡Nunca me enfadaría con ustedes! Yo también he estado ocupado. He estudiado diplomacia, protocolo, etiqueta, arte de la retórica, he practicado el arte de la espada, la pluma y el papel. Todas las clases me han mantenido así, soñando con ellas. Espero que no estén enfadados conmigo por eso...
Kana: ¡Eso es mucho! ¡Yo no podría hacer todo eso!
Corrin: No podríamos molestarnos jamás contigo, hijo.
Xander: Eres realmente impresionante. A veces siento que no merezco tener un hijo tan aplicado como lo eres tú.
Siegbert: Padre, tus palabras me honran.
-De los arbustos surgieron dos soldados desconocidos con espadas en sus manos, amenazando al hijo mayor. Rápidamente, el chico tomó su espada, listo para enfrentarse con aquellos que se cruzaban en su camino.-
Xander: ¿Quiénes son ellos?
Siegbert: Maldición... Volvieron.
-Sin esperar más tiempo, se lanzó contra los desconocidos, atravesando la cabeza del primero con su arma; rápidamente se cubrió con su escudo, evitando el filo de la espada del segundo tipo que arremetía contra él. De inmediato, Corrin lanzó su Yato hacia el enemigo, atravesando su pecho y matándolo al instante. Siegbert, sorprendido miró a su madre. Su mirada era fría y dura.-
