Fire Emblem Fates: Conquest

Desvío 1: Inicio trágico

 -Algunos meses habían pasado desde que habían decidido entrenar para proteger a quienes amaban mientras esperaban a Garon. Todos se esforzaban por mejorar más y más cada día. Habían ido a unas tierras lejanas y peligrosas, a través del plano astral. El tiempo pasaba bastante más rápido que en el mundo del que venían. Corrin se levantó con heridas en su cuerpo; le había pedido ayuda a Xander para poder entrenar mejor. Su rostro estaba cubierto de sudor y algo de sangre de ella. Llevaba todo el día entrenando, mientras levantaba a Yato del suelo, recordó las palabras del Nohrio el día anterior del inicio del entrenamiento.-  

FLASHBACK

-Después de haber pasado una noche de pesadilla por los recuerdos tormentosos que tenía por la masacre del clan de los Kitsune, sintió que tal vez podría entrenar sola, sin compañía de nadie... no solo para no molestar, sino para poder tranquilizarse sin que nadie la observara. En silencio, salió de su casa. Algunas horas después, Corrin tomaba la Yato con brazos adoloridos de tanto pelear con un enemigo imaginario. A pesar de hacer aquello, sentía que no podía liberar su dolor... Seguía sintiendo ganas de llorar, pero las lágrimas no caían. Desde las sombras, surgió una figura alta, con su espada en mano.-

Xander: ¿Qué haces entrenando tan temprano, Corrin?

-La chica se dio vuelta rápidamente, observando al príncipe Nohrio con sorpresa. No esperaba que alguien la siguiera hasta aquel claro, en las profundidades del bosque cercano al campamento creado por Lilith.-

Corrin: Yo... Necesitaba entrenar... Para desahogarme.

Xander: Déjame ayudarte entonces.

-Por varios minutos lucharon; sus espadas chocaban con fuerza, ambos se habían tomado muy en serio la pelea. Después de unas pocas horas, se detuvieron a descansar. Se sentaron en un tronco y miraron en silencio al cielo estrellado.-

Xander: Te conozco, hermanita. Sé que has estado guardándote tu dolor y fingiendo estar bien... Ambos sabemos que no es así; que te duele pelear contra Hoshido y que sufres continuamente por las muertes que has debido presenciar.

Corrin: Es suficiente de descanso. Voy a entrenar.

-La chica levantóse, tomando su espada; Xander la imitó y comenzaron a chocar de nuevo sus armas, pero ella ya no lo hacía en serio... Parecía perdida en su mundo. Con una mirada tan vacía... Como las profundidades del Cañón Sin Fondo.-

Xander: No podrás protegerlos a todos.

-Aquellas palabras resonaron en el corazón de la chica. Rápidamente, arremetió contra su hermano, dolida y furiosa por lo que había dicho. Podía salvarlos. Podría protegerlos a todos y sería feliz con sus dos familias.-

Corrin: ¡Cállate!

Xander: ¡¿Crees que podrás protegerlos a todos en esta guerra?! ¡Elegiste mal el camino que debías tomar! ¡No te queda nada más que aceptarlo!

Corrin: ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE!

-Durante largos minutos, sus espadas chocaron con fuerza; Corrin no paraba de gritarle a su hermano que se callara mientras golpeaba más y más su espada. Xander, por su parte, no dejaba de desalentar a la princesa dragón. De repente, la chica corrió hacia él, intentando hacerle daño para que no siguiera hablando; la Yato atravesó un poco el costado del Nohrio, quién la abrazó con fuerza al tenerla cerca. De los ojos de ella comenzaron a caer lágrimas... Era la primera vez en mucho... mucho tiempo que alguien intentaba consolarle.-

Xander: Te has guardado todo por mucho tiempo... Necesitas desahogarte... Sientes que caminas sola por el sendero que decidiste tomar, pero nosotros estamos contigo. No te culpo por sentirte dolida por tu decisión, pero debes ser fuerte si quieres protegerlos a todos. Debes confiar en ti misma y en tus compañeros; llora, princesita mía. Llora.