El Territorio De La Bestia

Capítulo 5

Capítulo 5. 

Narrador

Año 1784   Conchem, Alemania

Dejaron la búsqueda de la bestia y llevaron el cuerpo inerte hasta el pueblo tapado con una manta marrón para que los niños no lo vieran. No es algo que los menores debieran ver, se asustarían, llorarian y probablemente no dormirían después.

Todas las mujeres de allí, buscaban desesperadas a sus maridos, deseando que el cadáver no fuera el de su hombre o familiar.

Llegaron y soltaron el cuerpo del señor Jonshon en una camilla que habían sacado de la enfermería de una pequeña y vieja posada.

- Tia Margaret.- llamó Peter, Peter era un chico de dieciocho años, castaño de ojos verdes, caballeroso y apuesto, el sobrino de Margaret Jonshon.  Ella caminó agarrándose del brazo de Peter y se tapo la boca sollozando.

- No..no....- su voz era entrecortada y las lágrimas se deslizaban por sus pálidas mejillas debido al frío.- ¡NO!, tu también no....- su sobrino la abrazó mientras intentaba no llorar el también. Tenia que ser fuerte y cuidar de ella ya que era la única familia que le quedaba.

- Quiero verlo.- dijo Margaret segura.

- No creo que debas....- opino el joven Peter.

- Quiero hacerlo.- él asintió a un hombre de unos cuarenta y cinco años que quito la sucia manta desvelando el irreconocible cuerpo del señor Jonshon.

- Dios mio.- ya no aguantó mas y Margaret se fue caminando, la gente iba regresando a sus casas, estaba anocheciendo la brisa movía el rizado pelo de Margaret mientras debatia en su cabeza que hacer ahora.  No le quedaba nadie a excepción de su sobrino. Para ella ya no tenía sentido vivir, había perdido tanta gente importante para ella,se alejó del acantilado, decidió no acabar con su vida y ser la madre de Peter aunque eso fuera imposible, ella lo había criado cuando su madre murió en el parto, y su padre lo culpaba de la muerte de su amada.

Se dio la vuelta pero algo la retuvo. Había una persona, un chico sentado al borde del acantilado, tenía el ceño fruncido y su pelo castaño claro desordenado.

- Hola,¿ que haces aquí sólo?.- el joven no se movió. Suspiro pesadamente.

- Lo siento.-

- ¿Porque?.- el ojimiel fijo su mirada en ella. Las piernas de Margaret temblaron y su piel palideció, sus ojos mostraron el miedo que muy pocas veces tenia.- Tu..... tu eres la bestia.

Narra _____

Carly y yo nos habíamos echo inseparables esta semana, quedábamos todos los días y la pasábamos en algún que otro club, en el centro comercial o simplemente en casa haciendo tarde de películas o noche de chicas. También me presento a tres de su amigos, dos chicos, Nathan y Michael bastante atractivos y simpáticos, y una chica, Kate, nos caímos bien al instante y ahora esta conmigo en mi casa junto con Carly, mañana tendría mi primer día de universidad y elegíamos la ropa correcta que yo usaría mañana.

Se quedaron a cenar y luego se marcharon.

Ayude a recoger la mesa mientras mi madre fregaba.

- _____, ve a la cama, mañana sera un largo dia.-

- Esta bien mama.- besé su mejilla al igual que a mi padre y subi las interminables escaleras de caracol hasta llegar a mi habitacion.

No podia negar que no etaba nerviosa porque seria mentira, el miedo de quedarte sola en la hora del almuerzo o el miedo de no gustarle a los demas estaba presente en mi cabeza, aunque tenia amigas alli.

Decidi no darle mas importancia a ese tema porque al final terminaría por no ir. Me puse el pijama y me meti en la cama, mañana será un largo día.

La alarma sonaba en mi oido como si de un tambor se tratara, era odioso, pero me encantaba volver a esa rutina,  seguro que despues de unos meses estoy deseando que acabe. La apagué y me meti en la ducha, dandome un relajante baño. Como suponia el dia anterior , mis nervios estaban a flor de piel, estaba aterrada para que mentir.

Una vez terminé el baño, eche crema en mi cuerpo y me vesti con la ropa que elegimos ayer. Todavia hacia calor asi que me puse unos shorts vaqueros y un top rosa fosforito convinandolo con mis sandalias negras. Me maquille normal y deje mi pelo largo al natural. Cogi mi mochila metiendo lo necesario y me puse mis gafas de sol. Baje feliz por las escaleras, y me encontre con la cocina vacía,  mi sonrisa se borro cuando lei la nota del frigorífico.

_____ sentimos no poder estar ahi para desearte buena suerte en tu primer dia, hemos tenido que salir a hacer algunas cosas, lo sentimos deberas.

Tus padres, te queremos.

Buena suerte!!

Suspire y tire la nota a la papelera, tome una manzana y oí el pitido de un coche fuera, Carly. Nos iriamos juntas todos los dias. No pense en el tema de mis padres, seria importante lo que tenian que hacer.

Me meti en el descapotable negro de mi amiga y la salude besando su mejilla.

- Lista?.-

- Lista .- respondí con notable entusiasmo.