El Territorio De La Bestia

Capitulo 9 Tú

Capítulo 9.   Tú

Dos semanas despues

Narra _____

Dos semanas, dos puñeteras semanas han pasado y he desobedecido su orden, porque lo era, lo habia dicho con ese autoritario, ni de su voz puedo olvidarme, ¿pero como hacerlo? Algo en mi me decia no puedes pensar en él pero la otra me decía ¿es que no has visto sus ojos, o su pelo, o sus labios? y me impedia olvidar,  todos los dias , todas las horas, todos los minutos y segundos desde que lo conoci, y aqui estoy muerta del asco, debatiendo si ir o no ir otra vez para verlo, ¿pero que le diria? ¿que no puedo sacarmelo de la cabeza y que queria no, necesitaba verlo? Por supuesto que no, no tengo la valentia suficiente. Podria poner una excusa., el problema es ¿cual ? , si me hubiera dejado el pijama puesto podeia ir a devolvérselo,  y ahora es cuando caía,  el me habia visto en ropa interior, en el caso en el que lo vea, no podria ni mirarlo a la cara.

Todo esto es incomprendible, él tendria que ir a comprar comida o algo pero nunca e tenido la suerte de encontrarmelo, tambien le doy vueltas a las estatuas que parecian gargolas, desaparecieron de mi vista y no me habia movido, alho extraño, "Señor Anonimo" me trajo a casa, pero yo nunca le di mi dirección,  ¿como la supo? .

En este tema habia muchas cosas que no tenian sentido y hay era cuando me preguntaba ¿Y si todo habia sido un sueño y nunca había pasado? era lo mas probable, pero me negaba a la idea , fue muy real, cuando toque la puerta estaba fria y lo sentí,  cuando estaba frente a la chimenea que él encendió mientras yo dormía,  sentia calor,  el como me senria bajo su intimidante mirada, todo real.  Llamame loca si quieres, pero es la pura verdad.

Otro sabado mas, otra tarde del sabado muerta del asco, habia un examen de biología el lunes,  pero como ya me lo sabia, no tenía que estudiar, ¿Porque no quedo con mis amigas? Fácil,  no se saben el examen y adivinaz que estan haciendo,  exacto, estudiar. Y yo aqui, en mi casa , pasando de canales una y otra y otra vez sin encontrar nada que de verdad valiera la pena ver. Me volvería loca.

Ya comenzaba a llegar el otoño, y el frio era mas notorio por aqui en Conchem , Conchem......, um nombre raro ¿verdad?, ese era el nombre antiguo del pueblo, antes de 1605, ya se llamaba asi, ¿como lo sabia? el aburrimiento te hace hacer cosas que nunca harías,  como por ejemplo buscar informacion sobre el pueblo en el que vives, pude leer esa leyenda sobe la bestia que decian que habia antiguamente, pero la vagez una vez mas , me ganó,  mi padre estaba muy intereseda en esos temas, le gustaba, no era un  loco que iba diciendo por hay que había una bestia pero si era al que le interesan, buscan la información sobre la leyenda,  y luego se la cuenta a sus hijos y esposa a lo hora de cenar,  su mujer finge que le interesa mientras que sus hijos estan comcentrados en la comida. En mi caso no es asi, es parecido,  pero no, yo no dejo que cuente eso, al menos en el momento en el que estoy comiendo, me molesta,  yo quiero comer tranquila, no comer escuchando leyendas de monstruos,  porque eso eran, leyendas, mentiras.

No me di cuenta de lo rapido que pasa el tiempo, pero ya era de noche y la hora de cenar se acercaba. Al final estube viendo una telenovela , de esas que echan espn dos capitulos de tres horas cada uno, y si, me los trague, los dos, al final Esmeralda y Roberto se casan,  ironico no, yo creia que el pobre Roberto iba a morir cuando se calló del caballo,  pero no fue asi, murio gente , no mucha pero murieron, la única que me impacto mas fue la de la hermana zorra de Esmeralda, Rosalina.

Un total y aburrido asco.

- ¡_____!.- grito mi madre desde la cocina.

-¿Qué?.-

- ¡Ve al supermercado y me traes pimienta molida!.- bufe y me levante del sofa.

- Vale.- fui a mi cuarto y me cambie los pantalones negros de chándal por unos vaqueros, mis botines marrones y me puse una camiseta blanca de manga grancesa, por ultimos me recogi el pelo en una cola de caballo.

- Mamá,  el dinero.- le dije una vez ya abajo, me dio un euro y medio y sali de alli cogiendo solo las llaves.

Tenia que ir por una enorme cuesta hacia areiba y luego caminar por una latga calle hasta llegar. No se oia nada, solo mis pasos, las luces de las casas estaban encendidas, acompañadas de las iluminadas farolas.

Llegue despues de unos diez minutos y entre, solo estaba una mujer de unos cuarenta años, sentada en una silla que habia en la caja u estaba leyendo una revista, creo que la de " Corazón", no lo se.

- Hola.- salude sonriendo. Maria -asi se llamaba- levanto la cabeza y me sonrio de vuelta.

- Hola _____.- camine por los pasillos buscando el estante de las especias , hasta que lo encontre. No encontre la pimienta molida. Supongo que no habra, de todas maneras preguntare. Escuche un grito y luego la gruesa voz de un hombre.

- Meta todo el dinero en la bolsa.- ella sollozaba y lo unico que pude hacer fue correr para ayudarlo o pata escapar y pedir ayuda en alguna cabina telefónica. Pero el hombre me vio y me apuntó con la pistola haciendo que parara.- Vaya vaya, pero si tenemos a una muchacha.-

- No le haga nada, deje que se vaya.-

- Cállate y sigue metiendo dinero.- se fue acercando a mi, aun apuntando con la pistola a Maria, luego me apunto a mi, mi corazon iba desmasiado rapido y me respiración era cada vez mas irregular. Con su sucio ded recorrió mi brazo hacia arriba para llegar a mi cara, pero antes de que eso pasara la luz se corto y senti como el ladron grito mientras esxuchaba gruñidos, ninguna veiamos nada,  los geitos del hombre se escuchaban cada vez menos, senti como me tomaban en brazos y grite.  Me sacaron fuera,  y no pude ver quien era el que me tenia en brazos, la rapieez a la que ibamos era inumana y un vampiro no era, era un hombre, no parecia muy viejo. Llegamos al bosque y él paro,  no me di cuenta pero a mitad del camino habia cerrado los ojos fuertemente. Note como me dejaba recostada en un arbol y se quitaba la chaqueta para ponermela, el individuo se dio la vuelta u dio vatias respiraciones para lo qie supongo que era relajarse, abri los ojos lentamente y lo observe. Llevaba un camiseta negra de manga corta y un gorro de lana puesto en la cabeza. Se lo quito y se sacudio el pelo. Contuve mi respiración,  y aprete los dientes, se giró y me miro, a los ojos. Otra vez, frialdad, temble, en ellos habia algo diferente, esta vez algo habia cambiado.Pero de algo estaba segura, me aliviaba y asustaba poder verlo otra vez. Queria hablar pero no salio nada mas alla de un pronombre.

- Tú. -