C A I M Á N

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Nadie sabe nada hasta que no ve las orejas al lobo, predicen el futuro de una manera extraña, siempre con magia inundan el corazón de un ingenuo que ilusionista se creó.
El silencio navega por las aguas del río, no hay nadie, los rayos del sol son testigos del amor que cae de los árboles, los dientes del caimán probarán la sangre que dejó la inquietud, el gato se llevará la lengua para que ya no puedas hablar más.
Y como todo, el tiempo se acaba, la noche se cae al mar, el sol se apaga y los sapos se auto-envenenan sin dejar rastro, las estrellas aparecen en el reflejo de nuestros jardines y el agua se seca en nuestro ojos.
Si la duda te entra, no dudes en seguir las huellas del caimán, ellos te llevarán a la vida soñada, donde no hay que sufrir ni por la oscuridad del día.
No quiro meter miedo con la serpiente, el animal más pecador de la tierra.
Huye, vete corriendo...
Animales carnívoros que lanzan miedo desde la cuna...
Si se arrastra, si repta en la verde humedad de su crueldad más adorable, no está ciego, no calla, la mirada arrebata en sus ojos, la ira ha encendido el ardor de la tierra hostigada.
Subrepticia es el habla en su boca, sisean los misterios profundos de una tierra azotada, donde emprenden una lucha continua entre el caimán y la serpiente.

CASI IGUALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora