N O V O L V E R Á

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Un adios en la pared.
Un adios inútil, pequeño y perdido.
Un adios rotundo.
Dos palabras, que algún día volveré, rabia amarga, que no es fiel a la razón, pero si con el alma.
Una tarde tú y yo, cuerpo a cuerpo abrazados pienso en ti, y es que tengo miedo, miedo a perderte otra vez. He esperado en el andén de tus ojos y mi voz se quiebra en dos, no hay retorno, no hay esperanza, ya no queda vida viva.
Llueve triste dentro de mi.
Llueve otoño.
Llueve sin paz, con aroma sin libertad.
No soy el héroe que dio sus alas y se puso amar, no me entiendes y nunca me entenderás, no soy la isla que tu fantasía quiso imaginar, entiendelo, que ya no volverá, deja de esperar, que la locura se fue, el tiempo pasa, quema y enloquece, ¿Por qué?, la memoria hace maletas de ilusión...
Hojas que al pisar van contando mi soledad, el silencio viene y va, trae sonidos de ciudad, ya no volverá.
Grita sin perdón a los dioses de los cielos, que se culpa de todo, que ya no cabe tanta culpa en el mundo. Se abre el cielo y deja de sorprender tanta lágrima caída desde arriba.
Se cae el dolor al mundo.
Se cae la esperanza de un amor roto en mil pedazos.
Se cae la gota de nuestra vida.

CASI IGUALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora