38. Bibeca Darlín

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De camino me quedé dormida. Pero al rato me desperté porque tuve la misma pesadilla otra vez.

-¿Sucede algo?-dijo Diego mirandome por un momento y volvió a fijar sus ojos a la carretera.

-No me pasa nada. Solo que tengo muchas ganas de volver a casa-mentí con una sonrisa falsa.

-¿Y por eso no puedes dormir? ¿No será que has tenido la misma pesadilla?-dijo serio mirando hacia el frente.

-Vaya me has pillado-dije con la cara bajada.

-Oye no te preocupes. Me encargaré de lo que te hizo Bibeca-dijo mirandome con una cara semblante.

-Es que lo que me hizo me daba miedo y más si se trataba de hundirme en el agua-dije sin ninguna expresión.

-Lo sé porque no sabes nadar y por la muerte de tu madre-dijo todavía serio.

-Sí-dije asintiendo.

-No te preocupes-dijo con esa sonrisa que me volvía loca.

Yo solo me limité a mirar a otro lado por la rojez que me había provocado.

-Jajajaja, que linda eres-dijo riendose.

......

Ya estabamos en frente del gran portón de la mansión García. Los de seguridad abrieron las puertas y Diego condució hasta la el garaje. El coche bajó por una rampa y se abrieron las verjas automáticamente. Diego estacionó el coche al lado de su moto recien comprada de hace unos días.

-Bueno ya llegamos-dijo Diego apagando el motor del coche.

-Sí por fin llegamos-dije abriendo la puerta del copiloto.

-Espera, dejame que te ayude-dijo bajandose del coche y rodear el coche hasta donde estaba yo.

-Tranquilo, lo moratones ya no me duele mucho-dije con una sonrisa.

-Bueno pero te estaré vigilando-dijo Diego hechando el seguro al coche con el mando.

De acuerdo-dije con una sonrisa.

Diego me cogió de la mano entrelazandola con la mía. Yo lo miré sorprendida. Era la primera vez que alguien me cogía de la mano así.

-No te lo esperabas ¿no?-dijo Diego mirandome con una sonrisa traviesa.

-No me lo esperaba-dije mirandolo intentando esconder mi sonrrojo.

-Anda vamos que de seguro estaran esperandonos para desayunar-dijo tirando de mi mano y caminamos los dos.

Cuando entramos a la sala principal, lo primero que ví era que todo mis amigos y los padres de Diego y el mío estaban en la sala.

-Merlíaaa-gritaron Mirta, Lola, Laura y Noelia felices y corrieron hacia mí y me abrazaron hasta caer todas al suelo. Por supuesto yo estaba debajo de ellas.

-Chicas me ahogais-dije un poco entrecortada.

-Te hemos hechado de menos-dijo Laura un poco triste.

-Menos mal que estas bien-dijo Lola.

-Creía que había muerto-dijo Mirta derramando una pequeña lágrima.

-Te quiero mucho Lía-dijo Noelia abrazandome fuerte.

-Yo tambien te quiero Noelia-dije abrazandola.

Después de abrazarla, abracé a mis amigas y a mi prima.

-Creo que tienes que hablar con alguien-dijo Diego en mi oído.

¿Puedo besarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora