La pequeña historia de un idiota adolescente.

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Para iniciar de una manera sencilla, diré que, tras mis padres darme una vida de lujos, autos, restaurantes, viajes, mujeres y mucho dinero, decidí escaparme de casa a los veinte años, dejando una nota.

No tenía realmente razones para hacerlo, no me trataban mal, me anotaron en prestigiosas escuelas para aprender de todo y sobre todo (cosa que jamás funcionó). Realmente no sé por qué lo hice.

No extrañaba mi hogar, mis padres solían trabajar demasiado y estando en casa no siempre me daban atención, pero yo tampoco les preguntaba mucho de sus vidas, ni qué les gustaría comer, (una de mis pocas pasiones era la cocina, pero ese lado no les gustaba mucho a mis padres, preferían que estudiara economía o políticas, contabilidad, etc.) sé que tampoco me comporté como un buen hijo.

Sin ser bueno o malo, me sentía vacío, no había nada que me llenara ese vacío, cocinar a veces lo hacía, pero algo me faltaba, algo que me apasionara, que me hiciera sacar fuerzas de donde no las hay.

Necesitaba convicciones.

Y así, caminando, con solo un poco de dinero en el bolsillo, pero galán y seductor por fuera, caminé por una hermosa y bastante cuidado parque, no tenía juegos, pero sí muchos árboles y los niños se veían contentos.

Miraba a mi alrededor, los niños jugando, sus madres charlando y almorzando juntas, también habían parejas a los besos, ¡Oh! Por primera vez vi a una pareja homosexual en persona, y no pude evitar acercarme.

"Oigan, ¿Puedo preguntarles algo?"

"Por supuesto, adelante"

El chico me sonrió con ternura, y me quedé en blanco.

Muy en blanco.

Hasta que recordé qué era lo que quería preguntar.

"No quiero ser grosero, pero... ¿Como saben que se aman y no es una tendencia? ¿O admiración? ¿O una confusión?"

Los chicos se miraron entre ellos, sorprendidos quizás, el de cabello teñido (que por cierto, le quedaba muy punk.) suspiró y relamió el arete que tenía en su labio inferior (que no había notado hasta que lo rozó con su lengua.)

"Bueno" Empezó el chico punk. "Es algo que lo dice el tiempo, a veces depende de uno mismo saber si se está mintiendo o si de verdad siente atracción, escuchar las opiniones de los demás, leer en opiniones o testimonios en internet a veces también influye."

"Nunca me he enamorado."

"Ya veo... "

Volvieron a mirarse entre ellos.

"¿Exactamente cuál es el problema en ello?"

Miré el suelo unos segundos, tampoco sabía por qué les había preguntado eso. Suspiré y me puse de pie.

"Luego los veo chicos. Hasta luego~"

Jamás volví a verles.

A las semanas conseguí un trabajo como chef de una pizzeria. Me gustó bastante, había gente agradable y cada ciertos días, clientes hacían una colaboración entre todos para comprar las ofertas de los tipo de pizzas para ahorrar dinero, y que coman todos. Han hecho competencias improvisadas un par de veces. Pero un día, un cliente reclamó un mal cobro por pizzas enviadas a domicilio, habló con los gerentes, con la supuesta camarera que lo había atendido. Una cosa de locos. Y mágicamente. Una semana después de aquel reclamo, ratas aparecieron en la cocina y el restaurante fue clausurado por infringir las normas de sanidad.

Luego tuve otros muchos empleos, pero ninguno se comparó con ese primero que tuve, tan honesto, humilde, y solidario, compañeros que trabajan y ayudaban a sus pares, jamás volví a tener un empleo como ese.

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