Capítulo 1 2a temporada.Cambio de hogar.

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Después de la conversación que Edward y Ella tuvieron, él se fue a su casa y Ella se acostó.

Por la mañana, Ella hizo su rutina y regresó a su casa. Se aseó y salió a pasear por el pueblo. Mientras caminaba, se dio cuenta de que había llegado a una parte del pueblo que no conocía. Ahora tenía miedo de no saber regresar. Sus miedos se disiparon al ver un cartel que le iba indicando el camino. Sus pies la llevaron a una colina. Se sentó y sacó el libro que se estaba leyendo.

Una media hora después, Ella escuchó unos pasos y al girarse vio a un chico enorme y a una mujer más mayor. No los conocía. Entonces recordó que el chico era el hermano de Edward y la mujer era la madre de Edward.
-Hola, ¿cómo te llamas?-Preguntó la mujer.
-Mi nombre es Ella-respondió ella-, ¿y vosotros cómo os llamáis?
-Yo soy Esme Cullen y este es mi hijo mayor Emmett-siguió la madre de Edward.
Ahora no tenía ninguna duda de que eran ellos. Cerró el libro y lo guardó en la mochila para después ponerse de pie.
-Lo siento, pero he de volver a mi casa. Me queda un largo camino hasta allí-dijo Ella.
Esme y Emmett le sonrieron y se despidieron con buenas palabras. A ninguno de ellos les había gustado Ella. No querían que estuviera cerca de Edward.
-Definitivamente, no permitiré que se queden juntos por muy enamorados que estén-dijo Esme.
-Lo mismo digo, mamá-asintió Emmett.

Ella llegó a su casa, comió y se acostó a dormir la siesta.
Luego de dos horas, se levantó, se aseó y se fue al parque. Llevaba su mochila. Se sentó en el banco de siempre y observó a los niños. Unos jugaban en la piscina de arena; otros a la pelota; otros al pilla pilla; y los que quedaban jugaban en los columpios. Un hombre se acercaba a dónde Ella estaba. Ésta al verlo se puso tensa. Lo peor de todo, era que Edward no estaba con ella. Ella fingió como si nada. El hombre se paró al lado del banco.
-¿Desea algo, señor?-Preguntó Ella para parecer educada.
-No solamente me he parado para descansar-respondió el hombre.
Ella no estaba tranquila. Sabía que no estaba ahí solo para descansar.

Edward no apareció ese día, y Ella no supo por qué, pues la noche anterior le aseguró que estaría allí esa tarde. Ella se levantó del banco y empezó a caminar hacia su casa. Cuando estaba lejos del alcance de los niños y de otras personas, sintió que alguien le cogía la muñeca derecha. Cuando se volvió, vio al hombre que había estado al lado del banco.
-¿A dónde vas, muñeca?-Preguntó él hombre.
-A mi...casa-respondió Ella intentando aparentar estar tranquila.
-Pues, lo lamento, pero eso no va a poder ser. Te vienes conmigo a mi casa. Luego, quizá, te lleve a la tuya-dijo el hombre y le puso la mano que tenía libre en la boca. El carro lo tenía a pocos metros de distancia y entonces, el hombre metió a Ella a la fuerza en el carro.
-¡Déjeme salir!-Pidió Ella asustada.
El hombre se subió en el carro y cerró la puerta. El carro se alejó hasta llegar a la ciudad vecina. Allí, el carro paró en una casa y el hombre bajó tirando de la cuerda que ataba las dos manos de Ella delante. Entraron en la casa y el hombre cerró la puerta, ató la cuerda a un hierro que había en la parte baja de la pared del fondo y dejó allí a Ella.
-¿Qué es lo que quiere?-Preguntó Ella.
-Nada, solo vas a estar aquí hasta que mi jefa venga-respondió el hombre. Y se sentó en una silla en la mesa de la cocina.
Continuará...

Ya he vuelto. Siento haber tardado, pero he estado haciendo otra historia. Espero que la disfruten.😘

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