Capítulo 22: El sandwich de la tristeza

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Mí última clase término y fui unas de las primeras en ir a buscar mí teléfono en la caja de madera que la profesora de geografía tenía para quitarnos nuestros teléfonos durante la clase para que no nos desconsentraramos.

Colgué mí mochila a mí hombro mirando los mensajes de Ian

Pedro👫💙: Máximo
Pedro👫💙: Oye
Pedro👫💙: ya me voy
Pedro👫💙: ¡Maldita estúpida! Sino contestas me iré sin ti😣
Pedro👫💙: ya es tarde, te espero en casa, Jordán te traerá 🖕😂

Bufando guarde mí teléfono y caminé rápidamente hacia el estacionamiento. Allí vi a varios estudiantes hablando tranquilamente y a lo lejos logré ver con mí miopía a Jordán recostado sobre su moto

Típico cliché de chico malo en su motocicleta negra, que estupidez

Caminé hasta llegar a él y me sonrió egocéntricamente antes de tomar mí cintura y pegarme a él, quiso besarme, pero le corrí la cara y beso mí mejilla

-¡Detente Jordán!- dije alejándome de él- Solo llévame a casa

-Como quieras- dijo y se subió a la moto, me subí detrás de el y me agarré de la moto y rápidamente comenzó a conducir.

Llegamos a casa pocos minutos después y me baje casi corriendo de la moto

-Gracias- dije sin mirarlo y empezando a caminar

-¡Espera!- dijo y gire a verlo- Dile a Ian que venga.

-Esta bien- volví a darme vuelta y caminé a casa a paso rápido, entre y todo estaba en silencio-¡Ian!- lo llame pero no respondió.

Subí las escaleras y entre a su habitación, no está allí. Después de tirar mí mochila a mí habitación corrí escaleras abajo y fui a la cocina

No estaba ahí

-¡Ian!- volví a grita caminando hasta la heladera, antes de abrirla vi dos notas. Una de mamá y otra de Ian

Me llamo Nick. Vuelvo más tarde...

Bufando arrugue la nota y la tira a la basura para después abrir la de mamá

Paracitos: tuve una emergencia en el hospital, vuelvo en la noche, intenten no matarse mientras tanto... Lo amo

Dejé la nota en la mesada y volví a la heladera para sacar una botella de agua y después fui afuera

-Ian no esta- le dije a Jordán y él asintió

-Cuando vuelva dile que me llame- dijo serio y asentí tomando un poco de agua-¿Estás bien? Sigues pálida

-Si, estoy bien- mentí, la verdad es que me sentía mal, tenía terribles ganas de vomitar y no había comido nada desde hace horas cuando desayuné yogurt con cereales.

-Hablo en serio Max, te vi salir corriendo de la cafetería hoy con tu plato de comida intacto- dijo y se acercó más a mí- Vamos, te voy a preparar algo para comer

-No tengo hambre- dije sería mirándolo a los ojos

-Que no sientas hambre no significa que no necesites comer- hablo antes de tomar mí mano y empezar a caminar a casa

-Hablo en serio Jordán, no es necesario- decía mientras entrábamos a la cocina.

-Si lo es Maxin- me llevo hasta un taburete y me sentó en el como si fuera una niña tomándome dejado de las axilas y alsandome hasta la silla alta

-Te encanta molestarme ¿Verdad?- le pregunté mirando como abría la heladera y sacaba lechuga, tomate y un zanahoria

-No es eso- respondió simplemente. Observe sus movimientos, pero en especial observe su cuerpo

Espalda ancha

Cabello castaño claro revuelto

Fuertes brazos

No estaba nada mal

Es más, si no hubiese sido un completo idiota cuando lo conocí, creo que me llevaría bien con el desde el principio y me pudo haber gustado desde antes

-Deja de mirarme- dijo tranquilo y suspiro

-¿Por qué? ¿Te molesta?- dije burlona y sus ojos marrones miraron los mios.

-Bastante- fue lo único que dijo antes de dejar un sándwich delante de mí, lo mire y luego a él- Buen provecho- sonrió irónicamente y volvió a darse vuelta y abrió la heladera, saco una jarra de limonada y busco dos vaso.

Volví la vista al sandwich y respire hondo antes de tomarlo, mí respiración se aceleró al tenerlo delante de mí y las ganas de llorar me invadieron

-Tranquila Maxin- escuché hablar a Jordán y dejé en sandwich de nuevo en el plato

-No puedo hacerlo- dije en un hilo de voz

-Si puedes, yo creo en ti

Esas palabras

Esa mirada

Esas insignificante cosas hicieron que volviera al pasado, me hicieron recordar...

Flash back

-No puedo hacerlo- dije asustada

-Tu puedes Maxin- me alentó papá corriendo detrás de mí

-¡No papá! No me sueltes- exclamé sin dejar de pedalear

-No voy a soltarte princesa- río papá agitado

-Tu puedes Max- escuché decir a Ian

-No, no puedo- dije aún asustada

-Si puedes, yo creo en ti- lo oí decir a Ian y respire hondo y pedalee rogando al Dios todopoderoso de los gatitos que no me dejara caer...

Fin de Flash back

Ese día aprendí ha andar en bicicleta sin rueditas de apoyo, Ian y papá estaban conmigo y creían en mí

Levanté la vista a los ojos de Jordán, recordé a papá

-¿Mí padre está vivo?- le pregunté a Jordán, mí pregunta lo tomo por sorpresa, se quedó quieto en su lugar y solo asintió.- Está bien

Bajé la vista al sandwich y lo tomé sin levantarlo del plato, esperaba que Jordán se acercara y me abrazara

Pero ese abrazo nunca llegó...

Mordí el sandwich cerrando los ojos dejando caer un par de lágrimas y con mucho esfuerzo mastique y luego trague.

Dejé el sandwich en el plato y levante la vista, Jordán me miraba con cariño y lástima a la vez, rodeo la mesada que nos separaba y llego hasta mí

-Lo hiciste muy bien princesa...- susurro girando el taburete para que quedara frente a él, limpio una de mis lágrimas y la voz de papá volvió a sonar en mí cabeza

Te amo pequeña princesa

Más lágrimas salieron de mis ojos y la puerta de entrada se cerró. Bajé de la silla de un salto y corrí hasta quedar a pocos pasos de Ian

-¿Max?- dijo preocupado y corrí hasta poder abrazarlo

-Pude hacerlo Ian- solloce en su pecho- Lo hice por ti y por papá...

¡No te odio Ian!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora