Capítulo 31: Hablar

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Ian entro a la cocina relajado con un aire de tranquilidad que hacía que me alterará aún más

-¿Sucede algo Max?- preguntó mamá y la miré

-No, nada. Voy a darme un baño- le sonreí forzadamente antes de pararme de mí lugar y salir de la cocina. Subí las escaleras y entre a mí habitación

-Hola Maxin- hablo Luke en mí cama y me asusté

-¡Mierda Luke! ¿Qué haces aquí?- dije enojada

-Vine a recordarte la charla que tuvimos ayer

-No estoy de humor para esto Luke...

-Te espere anoche, no llegaste nunca...

-Lo siento, no pude ir

-¿Por qué? ¿Por qué estabas ocupada saliendo de fiesta con Seth?

-No sabes qué pasó anoche

-Si lo sé, tengo contactos- se paró de la cama y se cruzó de brazos- Se lo de Derek- susurro y baje la vista, caminé en silencio a mí cama y me acosté dándole la espalda y abrace un peluche

-No quiero hablar de eso...

-Tampoco quiero, solo vine a decirte que si realmente quieres ganar el concurso, debes esforzarte

-¡No quiero ganar el maldito concurso!- exclamé sin mirarlo

-¿Entonces por qué vas a participar?

-Ian me inscribió sin mí consentimiento, nunca quise hacerlo

-¿Y lo harás?

-Ahora no lo sé, quiero estar sola- dije fríamente

-Como quieras, si me necesitas sabes dónde encontrarme...- dijo y salió por mí ventana. Suspiré cerrando fuerte los ojos y apreté más el muñeco entre mis brazos.

Quería llorar por todo, por Derek, por Ian, por Nick...

Mí vida se había vuelto una locura en pocos días y no tenía ganas de seguir así...

Me levanté de mala gana de mí cama y busque mí pijama para irme a bañar.

Me quedé bajo el agua durante mucho tiempo, hasta que salí un poco más calmada, me vestí y baje a tomar un poco de agua.

Mamá estaba en la cocina preparando palomitas de maíz, le sonreí y abrí la heladera

-¿Noche de películas?- le pregunté sacando la jarra de agua

-Mañana no trabajo, Ian entre tarde y decidimos pasar una noche madre e hijo

-Suerte para mantenerte despierta- dije recordando todas las noches que terminaba durmiendose después de las dos primeras películas, siempre veía las películas sola o con Ian

-¿Quieres ver con nosotros?- me preguntó mientras servía agua en un vaso de vidrio

-No puedo, mañana debo levantarme temprano ¿Recuerdas? No voy al mismo curso que Ian

-Si lo recuerdo, pero creí que podrías faltar

-Sabes que odio faltar- rode los ojos y bebí del vaso

-Lo se cariño, estoy orgullosa de eso- beso mí cabeza y salió de la cocina con dos recipientes llenos de palomitas de maíz.

Cuando estaba por subir de nuevo a mí refugio anti-idiotas, el timbre sonó y la voz de mamá diciendo que abriera hicieron que bajara los dos escalones que había subido y caminé a la puerta.

-Hola-dijo Jordán junto a Patch

-Ian está bien- dije y ambos asintieron

-No iba decirte eso- hablo Patch- ¿Esta Ian? Necesito hablar con el, es algo urgente

-Tendrás que esperar hasta mañana, está con nuestra madre, no va a querer escucharte

-¿Qué tiene que ver su madre con que no quiera hablar conmigo?

-Que mamá nunca está en casa, apreciamos mucho el tiempo que podemos pasar con ella.

-Solo será unos minutos- insistió Jordán y suspiré

-Pasen- me corrí a un lado y los deje entrar- Ahora vuelvo- dije y caminé a la sala de estar, allí estaban Ian y mamá tirados en el sillón buscando una buena película

-¿Quién era cielo?- preguntó mamá sin dejar de mirar la televisión

-Amigos de Ian, quieren hablar contigo, dicen que es urgente- el me miró

-Diles que ahora no puedo

-No soy tu mensajera Ian, tu diles- caminé y me senté al lado de mamá. Él bufando se levantó del sillón y salió de la sala

-¿Qué ocurre entre ustedes?- preguntó mamá mirándome

-Nada, es solo que no estoy con ganas de estar con él...

-Pero es tu hermano...

-Eso no tiene nada que ver, él tío Liam es tu hermano y cuando eran niños siempre peleaban- la interrumpí y corrí la mirada

-Pero eso no significa que nos odiabamos, yo entiendo que se siente tener un hermano mayor, Liam me hizo la vida imposible durante parte de mí infancia y el principio de mí adolesencia, pero fue el único que siempre estuvo cuando todo se puso difícil.

-Lo sé mamá, pero ahora mismo no tengo ganas de estar con él- dije y escuché la puerta de entrada cerrarse, me pare y le sonreí a mamá- Además el es menor por dos minutos.

Caminé a la salida de la sala y me encontré con Ian, ambos nos quedamos quietos mirándonos fríamente.

-¿Puedes correrte?- le pregunté y el negó con la cabeza

-¿Por qué siempre tengo que hacer lo que quieres?

-Preguntamelo cuando hagas lo que yo quiero- dije y lo empuje para poder pasar a su lado.

-¿Podemos hablar?- me quedé quiera mirando a Jordán parado frente a mí

-Pensé que te habías ido- fue lo único que dije sin moverme

-Quería hablar contigo antes de irme- dijo haciendo una mueca- Hay cosas que debes saber

-Entonces habla, te escucho- la verdad era que no quería saber nada de que tuviera que decirme, estaba cansada de todo y de todos.

-Vamos afuera...- abrió la puerta y me dejó salir primero. Caminé hasta la vereda y me senté en la orilla de la vereda-. Todo se complicó Max, lo sé, pero debes ser fuerte

-No me pidas eso ahora...- susurré y él se sentó a mí lado

-La vida le da las batallas más difíciles a los mejores soldados- comento y mire mis pies descalzos

-No me tengas lástima- dije después de unos minutos en silencio

-No te tengo lástima

-¿En serio?- pregunté irónica de golpe mirándolo con los ojos cristalizados-¿Entonces por qué ya no me tratas indiferente como antes?

-¿Quieres que sea un hijo de puta como cuando te conocí?

-No me refiero a eso...- dije y se tensó-... Pero prefiero que me trates así antes de ser otra persona que solo es buena conmigo por lo que he vivido.

-No te tengo lástima Max- dijo y rode los ojos- Hablo en serio

-Yo también Jordán- dije y volví la vista al frente

-Me encariño muy rápido con las personas ¿Eso es un problema para ti Max?- dijo algo enojado y lo mire

-¿Cómo puedes encariñarte con alguien que apenas conoces?

-¡No lo sé!- exclamó y me miró serio- Solo sucede, no puedo evitarlo

-No deberías hacerlo

-¿Crees que controlo mis sentimientos?- preguntó y no dije nada durante varios minutos.

-¿De que querías hablar?- pregunté y volví a mirar

-Ian dijo que estás enojada con él, no quería dejarte sola...

¡No te odio Ian!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora