Capítulo 19
El día de la celebración de su boda, la novia llegó a las cinco de la mañana a casa de sus padres. Entró silenciosamente por la puerta principal con los zapatos en la mano para evitar el ruido de sus pasos en el sensible y viejo parqué, pero todo cuanto hizo para evitar la escrutadora mirada de sus familiares fue en vano, pues en el gran sillón del salón esperaba sentado su hermano Justin mientras Nev dormitaba como una marmota en el sofá.
—¿Qué hacen aquí? —preguntó Hermione sorprendida.
—Relevé a papá hace dos horas —comentó Justin a la vez que propinaba una patada a su hermano para despertarlo—. Como siempre, estaba tremendamente preocupado por su pequeña y nosotros no podíamos decirle dónde estabas, ¿verdad?
—Gracias por no contar nada, Jus, eres un buen hermano —alabó Hermione agradecida.
—No, soy un buen amigo. No quería que papá fuera a casa de Harry y lo apuntara con su escopeta. Porque supongo que habrás pasado la noche allí.
—Sí —confesó Hermione avergonzada—. ¡Pero nada de esto hubiera sucedido si ustedes no me hubieran dejado allí sola y atrapada! —reprochó a sus hermanos.
—Y cuando te acostabas con Harry todos los veranos desde los dieciocho años, ¿también nosotros teníamos la culpa? —preguntó irónicamente Neville.
—¿Él les contó eso? —preguntó Hermione molesta—. ¡No tenía ningún derecho!
—Me lo dijo a mí cuando me confesó, loco de contento, que te amaba y que quería formar una familia contigo. Me lo reveló antes de conocer a Don Perfecto y sentirse como una mierda porque ese hombre cumplía todos y cada uno de los puntos de tu lista y eso lo dejaba a él fuera de la ecuación —explicó Justin con enfado.
—¿Cómo puedes decir que eres perfecta, si eres la mujer con más defectos del mundo? —añadió Nev disgustado.
—Yo no soy así... —objetó Hermione, indecisa.
—Eras una niña repelente e insufrible hasta que apareció Harry y te convirtió en una cría revoltosa y divertida —recordó Nev.
—Desprecias continuamente los sacrificios de Harry por intentar ser un hombre que no existe; sin embargo, alabas a ese petimetre con el que pretendes casarte y que no ha hecho ningún esfuerzo por merecerte —continuó Justin disgustado ante la ceguera de su hermana.
—¿Cómo puedes elegir pasar el resto de tu vida junto a un hombre que no amas por una estúpida lista? ¡Estás desperdiciando la posibilidad de ser feliz el resto de tu vida! —gritó Nev furioso sin dejar de pasearse por el salón.
—Yo amo a Draco... —contradijo apocadamente Hermione.
—¡Sí, claro, por eso te acuestas con Harry! —la acusó Nev.
—¿Sabes qué es lo peor de todo? Que has jugado con Harry durante todos estos años y le estás rompiendo el corazón a un hombre que realmente te ama —recriminó Justin a su hermana.
—Pero yo no amo a Harry —aclaró entristecida Hermione.
—¡Sigue diciéndote eso, algún día acabarás por creértelo! —apuntó Nev saliendo colérico de casa de sus padres.
—Yo sólo quiero que mañana no te arrepientas de nada. — Justin abrazó cariñosamente a su hermana.
—No te preocupes, Jus, Draco es el mejor hombre del mundo —declaró Hermione decidida mirando a los ojos a su protector hermano.
—Sí... pero ¿es el mejor para ti? —insinuó saliendo tranquilamente en busca de su hermano, para calmar sus ánimos. Nev no debía cometer ninguna locura en la boda de su hermana; después de todo, la decisión de su futuro le pertenecía únicamente a ella y a nadie más.
A pesar de que sus planes de futuro fueran un tremendo error.Hermione subió a su habitación lentamente; su cuerpo parecía no tener ánimos, estar sin vida, como si le faltara algo, y en medio de todo el caos de su boda sólo podía pensar en dónde estaría Harry.
Se duchó como si de un autómata se tratase. Sin apenas percatarse de nada pasaron las horas y llegó el momento de ponerse el vestido. Su madre, junto con sus damas de honor Susan y Vanessa, dos amigas de la universidad con las que compartió piso en Nueva York, la ayudaron a vestirse el pomposo y molesto traje de novia.
Sus amigas apenas habían llegado hacía dos días y todavía no conocían bien toda la historia, así que se quedaron impresionadas cuando su madre comenzó a recordar las aventuras de ella con su vecino.
Sarah Granger se disculpó ante sus invitadas y salió de la estancia con la intención de traer unos refrigerios antes de partir hacia la iglesia. Ése fue el momento preciso que sus amigas aprovecharon para acribillarla a preguntas sobre su relación con Harry.
—Vamos a ver si lo entiendo —comenzó confusa Vanessa, una voluptuosa y rebelde morena de impresionantes curvas vestida de rojo—: tienes a un hombre que está loco por ti desde que era niño ¿y te casas con don estirado?
—No está loco por mí, simplemente tontea conmigo... Además, Draco es perfecto.
—Sí, es perfectamente aburrido — concluyó Vanessa acompañando sus palabras de un sonoro bostezo.
—Que a ti no te cayera bien no significa que sea malo para Hermione —intentó poner paz Susan, una inteligente rubia de bonita figura a la que siempre tomaban los hombres por tonta.
—Ah, entonces te casas con Dracburrington porque ese tal Harry es feo o jorobado, ¿no? —insistió Vanessa decidida a saber la verdad.
—No, Harry es muy atractivo y, a pesar de sufrir una grave lesión que lo alejó del deporte profesional hace algunos años, su cuerpo es perfecto —comentó Hermione sonriente mientras peinaba sus rizos frente al espejo de su tocador.
—¡Te has acostado con él! —señaló Vanessa acusadoramente—. ¡Y te gustó mucho! —indicó emocionada.
—Entonces, Hermione, ¿por qué te casas con Draco? —quiso saber Susan, confusa.
—Porque él es perfecto y Harry es totalmente lo contrario a la perfección —insistió Hermione.
—¡Bah! Lo perfecto es tremendamente tedioso... —sentenció Vanessa ayudándola con su peinado.
—El hombre perfecto no existe —opinó Susan entristecida.
—Pero Draco...
—Es humano, ¿verdad? Pues entonces tendrá sus defectos como todo el mundo; después de todo, los errores forman parte del hombre —sermoneó Vanessa.
—Aunque no de la mujer —recalcó Susan sonriente chocando la mano con su amiga mientras las tres rompían el silencio con escandalosas carcajadas.
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El Salvaje y Ricitos
Fanfiction-«Mi perfecto príncipe azul. 1. Tiene que ser el más guapo.» ¿Eso es todo? -preguntó bruscamente para molestarla. -No, tengo que ir añadiendo las demás cualidades a lo largo de los próximos años hasta que sea mayor. -Pues yo soy guapo, ¿soy yo tu pr...