Nuestro secreto|| Paulo Dybala

24

Todos se han ido a almorzar pero yo opté por ir de vuelta al hotel. No estaba de buen humor. Al llegar al hotel me bañé y me fui directo a dormir, seguro que eso reparaba mi mal humor o eso espero.
(...)
Me desperté al escuchar como tocaban la puerta de mi habitación. Era Pipa.
-Hola, paso algo?- dije con voz de dormida mientras abría la puerta.
-Vos solamente dormis todo el dia?-dijo riendo
-que hora es?-dije
-5 de la tarde, querida-
-No es taaan tarde- dije. El solamente rió y entro a la habitación.
-Estoy aburrido- soltó luego de unos minutos de silencio.
-Vamos a merendar a algún lado?
-Dale-
-Me cambio y vamos,si?-
-Te espero en mi habitación, yo también me tengo que cambiar- yo solo asentí con la cabeza. Se fue hacia si habitación, la cual estaba al lado. Me cambie lo mas rápido que pude, me arregle y salí. Al salir me encuentro con Higuain y Dybala riendose.
-Cual es el chiste?-dije alzando una ceja
-nada, vamos?- dijo Pipa
-Si- Ellos empezaron a caminar, lo que me dio a entender que Paulo también venia con nosotros.
En el camino, a algún lugar de Rusia en donde podríamos merendar, me puse a pensar en lo que me estaba pasando sentimentalmente con Paulo. No soy de enamorarme pero con el es diferente. No se si me gusta, pero también se que me hace sentir algo. Un "ahi ta" de parte de Paulo me hace salir de mis pensamientos. Era un hermoso lugar y no había demasiada gente. Nos sentamos y minutos después tuvimos a una chica hablando en ruso. Ninguno de los tres entendía nada, lo que me causaba risa. Tuvimos que utilizar el traductor para hacer nuestros pedidos.
-Voy al baño, ya vengo- dijo Pipa levantándose de su asiento, dejándome a solas con Paulo. Busque un tema del cual hablar con el y que no sea incómodo. Lo único que se me ocurrió fue el tema de su mamá, no sabia como estaba acerca de eso.
-Como esta tu mama?- pregunte llamando su atención.
-Mucho mejor, por suerte no fue nada grave-dijo
-que suerte-
-Estuviste llorando?-
-Si, pero por el partido.
-Menos mal-
-porque menos mal?-
-prefiero que sea eso a que un mal de amores- movió sus hombros de arriba a abajo. No sabia que responder, ni que pensar sobre ese comentario.