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Por suerte Pipa volvió rápido, se estaba poniendo muy incomodo, casi al mismo tiempo llegó nuestro pedido. Durante la merienda sentía la mirada de Paulo, casi que me ojea, bueno tampoco para tanto. Pipa decidió pagar la cuenta por nosotros, aunque ni Paulo ni yo estábamos de acuerdo.

En el transcurso hacia el hotel varios hinchas argentinos les pidieron fotos y autógrafos, algo, que como siempre digo, me encanta ver.

Ya en el hotel nos encontramos con Lio y con mi hermano sentados en los sillones del lugar.

-Hola bobos- dijo Pipa a lo que ellos rieron. Por mi parte chocamos los cinco en forma de saludo.
-Todo bien?- pregunté para sacar algún tema de conversación.
-Si- dijeron al unísono.
-Hoy nos toca entrenamiento de noche y mañana tenemos partido- dijo Messi
-yo voy a dormir- dije riendo
-que productiva- dijo Paulo esta vez
-ya no me sorprende que duermas todo el dia- dijo mi hermano
-soy un koala por naturaleza-
-sos boluda por naturaleza- siempre tan amoroso mi hermano.
-vos no te quedas atrás, por algo somos hermanos- dije riendo
-Pelea de hermanos- dijo Pipa acomodándose en su lugar.
-Queda para otro día, me voy a mi habitación- me levante para irme
-Te acompaño, me tengo que cambiar para el entrenamiento- explicó mientras se levantaba de su lugar.

Los dos fuimos en dirección a los ascensores. Nuestras habitaciones estaban en el mismo piso por eso no fue un problema al marcarlo en el ascensor. Ya en la puerta de mi habitación meto la tarjeta para abrir esta y poder entrar, al cerrar la puerta siento como Paulo trata de evitar esta acción. Logra entrar a la habitación ya que no hice nada para evitarlo. Ya adentro los dos, cierra la puerta y me agarra de la cintura para pegarme a su cuerpo. Mi respiración estaba agitada y su mirada estaba sobre mis labios al igual que la mía. Colocó una de sus manos sobre mi cachete y junto nuestros labios. Nos besamos como si de eso dependiera nuestra vida. El beso duró hasta que escuchamos como la voz del Tucu y el Pipa se acercaban. Los últimos nombrados siguieron de largo por suerte.
-No podes decir nada de esto, tu hermano me mata- dijo, rei ante el último comentario.
-bueno y vos tampoco- dije yo esta vez
-Que sea nuestro secreto-
(...)

Nuestro secreto|| Paulo Dybala Donde viven las historias. Descúbrelo ahora