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Rubén se despertó en su cama arropado y con su pijama puesto, seguía aturdido por la oleada de emociones que había vivido a su corta edad. Vio a simple vista que su cama había vuelto a su lugar original y que su puerta tenía ciertas partes rotas, probablemente su madre había hecho todo eso, pensó.

Se levantó lentamente para recuperar el equilibrio y no desvanecerse de nuevo, se dirigió a un pequeño espejo que tenía en su cuarto y viendo su reflejo dijo:

"No permitiremos que nadie nos vuelva a hacer sufrir"

Dicho esto se masajeo la cara y plasmó su característica sonrisa en ella, se dirigió saltando de felicidad a la cocina para comer algo sorprendiendo a su madre por su rápida "recuperación"

-Buenos días hijo, ¿cómo dormiste?-preguntó ella sirviendo leche caliente en la taza favorita de su hijo.

-Ust- respondió él con una sonrisa.

-¿Ust?¿Qué es eso?- preguntó su madre entre sorprendida y divertida.

-Ust- respondió con su sonrisa intacta.

Su madre guardó silencio sin saber cómo reaccionar a esa respuesta y mucho menos a la escalofriante sonrisa que adornaba la cara sonrojada por el llanto de su hijo.

El resto de la mañana fue así, su madre le preguntaba algo y él sólo pronunciaba la palabra "Ust" sin dejar de sonreír, la situación continuó en el colegio donde los profesores no entendían el porqué del actuar del niño hasta el punto de citar a su apoderado por "Mal comportamiento"

Rubén recibía todos los reclamos con una sonrisa escalofriante que no abandonaba su rostro por nada del mundo, hasta que...

-Oye imbécil, ¿Quién es ust?-dijo un chico de su clase al momento que empujaba a Rubén provocando que éste se callera sin dejar de sonreír.

-Ust- respondió Rubén desde el suelo mientras dirigía su mirada llena de ira al chico que retrocedió intimidado.

-Ya, enserio...sólo era una broma, por favor, si vas a golpearme al menos deja de sonreír- lloró el, ahora, indefenso niño tapándose el rostro.

Rubén se levantó sin hacer caso a la petición y estampó su puño en el rostro haciendo que éste cayera al suelo y que su nariz comenzara a sangrar, todo esto sin dejar de sonreír. Rubén vio como el niño se incorporó para salir corriendo lejos de él y como todos a su alrededor lo miraban con miedo y de la misma forma que el niño, se alejaban.

-Ust- él no dejaba de sonreír.

Síndrome de Peter Pan (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora