Síndrome de Peter Pan (Rubelangel)

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-No lo entiendo Rubén, ¿por qué demonios lo golpeaste?- su madre caminaba en círculos frente a Rubén el cual se encontraba sentado en un sillón de su casa viéndola, sin dejar de sonreír.

-Ust-

-¡Ya deja de decir eso!¡Se un niño normal!¡Deja de sonreír por favor!- gritó ella con los nervios a flor de piel.

Rubén quitó su sonrisa automáticamente, como si de un robot se tratara, para dejar en su lugar un semblante neutro y aún más perturbador que su sonrisa.

-Ust-sus ojos se llenaron de lágrimas tan rápido como su sonisa se había ido

Su madre no sabía si estar asustada o preocupada, su hijo había cambiado tan bruscamente en cosa de una noche y ella no sabía si era sólo una forma de sobrellevar a su padre o si tenía algún problema de tipo mental, con todo esto en su mente sólo reaccionó a irse del salón y encerrarse en su cuarto como había echo su hijo el día de ayer. Rubén se quedó estático en el sillón sin moverse, ni siquiera para limpiarse las lágrimas que salían sin control de sus ojos.

"No lo entiendo, estoy haciendo todo esto para estar tranquilo y para que ni ella, ni nadie se preocupe nunca más por mi ¿y qué logro? Hacer que se preocupen aún más e incluso que se enfaden conmigo, ¿porqué? Yo sólo quiero ser un niño y no crecer, no quiero sufrir más, no lo soportaría, soy sólo un niño..."

Rubén se levantó del sofá aún con el semblante neutro y se secó las lágrimas que seguían cayendo de sus ojos de forma brusca y sin nada de piedad hacia su irritada piel, se dirigió hacia su habitación lentamente y se encerró allí, pasaron unos segundos y él terminó de desmoronarse lanzando un grito potente y desgarrador que logró alterar a algunos perros que lo acompañaron en su lastimero grito disfrazándolo de simples y lejanos sonidos que, a pesar de haber llegado a los oídos de su madre, no le advirtieron del dolor que estaba viviendo su pequeño hijo.

Rubén cayó desmayado nuevamente en el suelo.