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Luego de la escena del pasillo cada uno se fue a su respectivo salón de clases y al salir a receso Rubén se llevó la sorpresa de que Mangel estaba ahí, con sus inseguridades a flor de piel creyó que él esperaba a alguien más, por ende siguió su camino hacia el patio exterior para respirar aire fresco y relajarse, pero cuando iba a dar vuelta en el pasillo, una mano se cerró sobre la suya y lo obligó a mirar al dueño de ésta

Era nada más y nada menos que Mangel, quien al ver que Rubén había seguido su camino corrió tras él para acompañarlo como era su plan inicial

-¿Estás mejor Rubén?- dijo el morocho sin soltar la mano contraria

El castaño asintió con una tierna sonrisa que expresaba la sinceridad de su respuesta y un leve sonrojo por la acción

-¿A dónde ibas?- comenzó a caminar aún sosteniendo la mano del castaño, sintiendo que esto era un gesto muy natural y cómodo

-Ust- dijo Rubén señalando, con un leve temblor en la mano por sentir el agarre que Mangel mantenía vivo entre ellos,  una ventana  que estaba junto a ellos en referencia a que iba hacia afuera

-¿Ibas al patio?- miró hacia la ventana que le había señalado el castaño y luego a éste

-Ust- asintió Rubén con algo de vergüenza

Se dirigieron juntos hacia el patio sin la más mínima intención de soltarse las manos, la verdad estaban cómodos y no veían que fuera algo raro o anormal, sino que lo veían como un simple gesto de amistad

Al llegar a la entrada y poner sus pies en el verde pasto del exterior, notaron un frío recorrerles la espalda y no era por el viento precisamente

Algunas miradas se habían posado en ellos, más bien en sus manos unidas que ahora se encontraban agarradas a la otra con más fuerza

Comenzaron a caminar sin percatarse de éstas miradas y cuando iban llegando al lugar donde iban a sentarse, alguien llegó por detrás y empujó a Rubén, éste se sujetó del cuerpo de Mangel y juntos cayeron al suelo

-¿Ust?-se incorporó para ver que había sucedido

Mangel se puso de pie y le tendió la mano al castaño para ayudarlo a levantarse

-¡Oye, ¿qué te pasa?!- gritó el morocho en dirección al chico que los había empujado

-No era contra ambos, sólo lo empujé a él, no te alteres- le restó importancia el muchacho

-Lo que le pasa a él me incumbe, así que dime porqué lo empujaste- se acercó a él para tratar de intimidarlo

-Es que se veía muy rídiculo- dijo el chico viendo a Rubén con cierto desagrado

...

-¡Mangel!-

Síndrome de Peter Pan (Rubelangel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora