Capitulo VI

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Sentí como la mano de Marco recorría mi cuerpo hasta llegar a mi short, deslizo mi short entre mis piernas y con ellos fueron mis bragas, abrió ligeramente mis piernas y coló una de sus manos entre ellas, acario mi sexo lleno de deseó, yo aún me encontraba adormilada, pero podía sentir su tacto, me deje llevar por lo que el me estaba haciendo sentir. -estas húmeda, susurró en mi oído, metió, metió dos dedos dentro di mí y solté un gemido. -ummmmm.
-eso es nena, debate llevar.

Me penetro con sus dedos una y otra vez, hasta que estalle en sus manos, él saco sus dedos dentro de mí, rápidamente se saco la única prenda que llevaba puesta, para luego acomodarse entre mis piernas y penetrarme, al comienzo era lento y calmado, no había entrado por completo en mí, él era buen dotado y no es algo que me moleste, en mí vida solo había estado con cuatro chicos, no tenía mucho para comparar y Carlos, bueno, Carlos era un adolescente cuando estuve con él, le habría crecido? "Porque estoy pensando en eso en este momentome oblige a olvidar a Carlos y me concentre en lo que Marco me estaba haciendo sentir, después de que terminados la sesión de sexo matutino nos dimos un baño y desayunamos, luego nos dirigimos al despacho.

Dos meses después.


En estos dos meses Valentina y yo hemos vuelto hablar, en algunas ocasiones hemos salido juntas, en otras con su hijo Carlitos, sé que nuestra relación nunca será como antes, puedo notar como se pone cada vez que Carlos habla conmigo o si se me acerca, nunca entenderé el porqué de su inseguridad, ella lo tiene, tienen un bebe hermoso y están c asados.

Hoy es sábado y Marco y yo nos encontramos en casa de Carlos y Valentina. Valentina me ha pedido que le de comer a Carlitos, yo no me he resistido y he dicho que sí, es un niño muy tranquilo, me encanta, mientras le doy de comer, juego con él, hago todas esas cosas tontas que hacen mis amigas para que sus hijos coman toda la comida, él solo ríe, me cuesta hacer que se coma todo, pero al final lo logro, al terminar veo que es todo un desastre, tiene comida por todos lados y se está quedando dormido, dejo los platos sucios en el fregadero y luego tomo a Carlitos, busco algo para limpiarlo, pero no encuentro nada, Valentina se ha ido a comprar algo y Marco se ha ofrecido a llevarla, sin saber que hacer subo las escaleras intentando buscar la habitación del bebe, así podre asearlo y cambiarlo de ropa, abro puerta por puerta y no logro dar con la habitación del bebe, al final entro a una, me percato que es donde duerme Valentina y Carlos, veo que hay una pañalera sobre la cama y voy en busca de ella, encuentro paños húmedos, pañales y ropa, acuesto al bebe y hago lo que prosigue, una vez termino observo mi trabajo ya terminado, soy buena en esto de cuidar niños, sonrió al ver que Carlitos me mira como si fuera un bicho, dejo la ropa sucia a un lado y tomo al bebe para volver a la cocina, de repente la puerta del baño se abre y sale Carlos tal y como dios lo trajo al mundo, apenas trae una toalla y se está secando el cabello. –lo siento, logro decir antes de salir despavorida por el pasillo como una loca con él bebe en brazos, dejo al bebe en su silla y limpio todo lo que había ensuciado, segundos después escucho que la puerta se abre.

-ya volví, dice Marco entrando en la cocina.

-te estoy viendo, digo riéndome, se acerca a mí y me da un beso en la cabeza.

-que tal la has pasado con Carlitos?

-bien, se ha portado muy bien

-te imaginas?

-qué?

-cuando tengamos nuestros propios niños, en eso se vuelve abrir la puerta y entra Carlos, no puedo evitar sonrojarme al recordar lo que paso hace unos momentos, apenada quito mi mirada de él y la poso en su hijo, quien estira los brazos para que él lo tome, encantado va hasta donde su bebe y lo toma con mimo.

Marco y él se saludan, luego me ve y se acerca, -Silvia un gusto verte. Será idiota, me acaba de ver hace un momento y sale con estas cosas, puedo notar su sonrisa burlona, no entiendo que le hace tanta gracia, Marco me mira y dice – cariño estas roja como un tomate, me aparto de ellos y voy al baño para tratar de relajarme, me vio en el espejo y efectivamente estoy muy roja, pero todo esto es culpa de Carlos, Dios, quien sale del baño completamente desnudo, sonrió al recordar que yo lo hago todo el tiempo, recuerdo lo que vi y me vuelvo a poner roja, no puedo negarlo, está muy bien dotado, más que bien, no quiero ni imaginar cómo será cuando está despierto, sacudo la cabeza y saco todos esos malos pensamientos de mi cabeza, que me está pasando.

Marco me habla y me saca de mis pensamientos, mis lujuriosos pensamientos,

-qué te parece si vamos a comer?

-que no lo haríamos aquí?

-es sábado, mejor salgamos todos algún restaurante

-pero y Carlitos?

-viene con nosotros, interrumpe Carlos

-por mi está bien, Marco me sonríe y besa mi cuello. –perfecto, vamos al nuevo restaurante que esta antes de entrar a la residencia, puedo sentir lo incomodo que se siente Carlos cada vez que Marco me besa o me acaricia, no entiendo el porqué de su reacción, es obvio que Marco me quiera besar o abrazar, es mi novio, prefiero hacerme a la idea de que siempre será así .

Tal y como habíamos quedado nos dirigimos hasta el restaurante nos dijeron que habían mesas vacías, lo que era raro, ya que por lo general estos lugares suelen estar repletos, nos dirigieron hasta nuestra mesa y tomamos asiento.

minutos después todos nos encontrábamos cenando, el sushi en este lugar esta buenísimo, casi no hemos hablado mucho durante la cena.

-Silvia?

levanto la vista y veo a la persona de quien previene la voz. - Pablo, logro decir sin atragantarme, me levanto y el me abraza, siento como su mano se dirige hasta mi espalda baja.

-cariño hace meses que no te veo, me suelto de su agarre. -Pablo, ellos  son Valentina y Carlos y él es Marco, mi novio.

-mucho gusto, se acerca a mi ido y dice. -lo siento, no sabia que tenias novio.

-esta bien, no te preocupes, se despidió y luego se alejo.

tome asiento.- quien era èl?

-un amigo

-yo no trato a mis amigas con tanta confianza

-no es el momento, ni el lugar.

**************

-quien era?

-de que estas hablando?

-del idiota ese que te agarro de las nalgas

-no me toco nada

-como sea, dijo alzando la voz.- vas o no a responder?

-tù no eres nadie para hablarme ese modo.

me dirijo a la habitación y cierro la puerta con llave.

continuara...

Una Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora