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Y ahí se encontraba Hyun Hee, escuchando todo lo que TaeHyung decía, bueno, en verdad no. No podía hacerlo, TaeHyung tenía novia, por más que le doliera, pero no podía quitarle a Lisa el novio.
Un hombre no es motivo de rivalidad entre mujeres.
Recordar las palabras de su abuela le dolía, porque ella ya no estaba en ese mundo. Pero la anciana tenía razón, todos los consejos que le había dado a Hyun cuando pequeña eran ciertos y sabios. Por supuesto que la rubio siempre le hizo caso a su abuela, sólo que a veces parecía olvidarse de estos. Y se arrepintió tanto de haber amenazado a Lisa diciéndole que su novio podría cambiar de opinión.
Por otra parte, a TaeHyung no parecía importarle mucho el hecho de que Lisa fuera una celosa posesiva que podría asesinar a Hyun; bueno, no tan así, pero sí una celosa posesiva.
—¿Cómo lo haremos? —preguntó TaeHyung a la pelirubia, pensando en una forma en la que pudiera hacer la escena—. Podemos-...
—Tienes novia —interrumpió, mirándolo fijamente—. No puedes hacer esto, tienes novia —demandó, pero TaeHyung negó y sonrió.
—Lisa lo tendrá que entender, después de todo, esto es lo que me gusta —dijo mientras se encogía de hombros, restándole importancia—. Ahora —se acercó más a Hyun Hee, haciendo que alzara la vista para mirarle a los ojos—, ¿cómo lo haremos? Es un beso francés, no debe ser tan difícil —miró el papel—. Lo que hay que ver es... cómo le pondremos la dramatización. Hay que hacerlo profesional. Podemos estar discutiendo y que de repente yo te agarro y-...
—No puedo hacer esto... —dijo, interrumpiéndolo mientras le miraba. TaeHyung frunció su ceño, sintiéndose confundido—. No me siento bien haciéndolo. Dios, TaeHyung, ¿cómo se sentirá Lisa? —mordió su labio inferior, sintiendo un ola de culpa invadirle—. Lo siento, pero me saldré del club de teatro —se levantó, pero TaeHyung la agarró de la muñeca e hizo que se sentara nuevamente.
Hyun Hee parpadeó, confundida, TaeHyung le miraba suplicante y con un puchero; pero ella de verdad no podía hacer la escena del beso, no era correcto. Quería mantener su postura.
—Quédate, Hyunie —murmuró suplicante, sin soltar la muñeca de la pelirubia—. Hazlo por mí.
Rayos, Hyun Hee.
Negó con su cabeza, debía decirle que no y mantenerse firme a su decisión, pero la mirada de TaeHyung hacía que todo en ella temblara y se debilitara.
—No.
—Sólo será un beso, hablaré con Lisa y le explicaré. No pasará nada, lo prometo.
El morocho no quería perder la esperanza, él realmente quería actuar, era algo que disfrutaba, más cuando era con Hyun Hee la actuación o escena. No queremos ser egoísta, pero era cierto que Lisa debería aceptarlo porque era algo que él amaba.
