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JiMin se encontraba con YoonGi en la casa que compartían. Mordía nerviosamente su labio inferior, pues no sabía cómo reaccionaría YoonGi.
Quería ir a un bar, pero sabía que YoonGi no lo dejaría, igualmente, le preguntaría. No era que YoonGi lo manipulara, sino que sólo trataba de cuidarlo, y por eso sabía cuándo JiMin no debía ir y cuándo sí.
Estaban recién entrando a la casa, ya que hbaina ido a comprar un par de cosas al supermercado.
Era el momento perfecto para que JiMin le preguntara sobre la salida; además, era en una hora más.
—Hyung... —YoonGi cerró la puerta y miró a JiMin con una sonrisa.
—¿Qué pasa, bebé? —jugó con los cabellos rosas de JiMin.
—Lo que pasa es que YeoSang Hyung-...
—No. No saldrás con Sang de nuevo —demandó, colocándose completamente serio. JiMin hizo un puchero—. No me convencerás. La última vez que saliste solo a una fiesta, casi te atropellan —dijo YoonGi, acomodando las compras que habían hecho—. Así que no.
JiMin hizo un puchero y siguió al pálido hasta posicionarse junto a él para tratar de convencerlo.
—Pero, hyung... —puchereó, abrazando a su novio por la espalda—, puede acompañarme —ofreció con una sonrisa. YoonGi sonrió de lado, pensándolo, pero finalmente negó con la cabeza.
Su mente recordó la ultima vez que había salido con JiMin a una fiesta, y no es que se quejara, pero no quería que JiMin y él tomaran tanto y se alocaran toda la noche, ya que al día siguiente tenían instituto
—La ultima vez que saliste conmigo a una fiesta, estabas en la cama —carraspeó-, desnudo —acomodó las cosas y se soltó del abrazo de JiMin, viendo el sonrojo que adornaba sus mejillas—. A dormir —demandó, mirando a JiMin por ultima vez, para luego subir a su habitación.
El de mejillas abultadas miró cómo YoonGi subía a la habitación, y la verdad es que no quería desobedecerle, pero de verdad que quería ir mucho a la fiesta.
JiMin no se rendiría tan fácil, así que llamó a YeoSang.
—¡Jiminnie! ¿Vendrás? La fiesta está genial—balbuceó, ya se oía borracho, y de fondo se escuchaba a SeongHwa, el novio de YeoSang.
—Sí, hyung. Tengan preparada la cerveza, iré —anunció, sonriendo y colgando la llamada.
Por otro lado, YoonGi esperaba. ajimin en su cama, pero supuso que estaría enfadado por no dejarle haber ido.
