ocho

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—siento... todo lo que te dije ayer—dijo sadie mirando a finn con los ojos llorosos, ya que después de haberle pedido muchisimas veces perdón, el rizado solo prestaba atención a mirar un punto fijo del cuarto—finn, por favor, perdóname.

finn la miró, con indiferencia, no paraba de pensar en lo que había ocurrido en el 3°B y en alquel chico. si, es verdad que se llamaba jaeden y que lo más probable era que su madre no se acordara de su nombre, y tan solo con decir "ja" finn se fue corriendo al piso, pero el castaño no llevaba falda, ni era tan adorable como su madre le había descrito.

su mente volvió al bajar a la tierra al darse cuenta de que llevaba esperando a su princesa 6 años y que aun no había aparecido, y que no iba a aparecer ahora por arte de magia.

—esta bien sabie—la chica no tardó ni 2 segundos en lanzarse a los brazos de finn—esta bien...

—l-lo si-siento mu-mucho en s-serio—dijo sollozando en el hombro de finn, y este no tardó en abrazarla acariciándole el pelo.

—¡bien!—dijo caleb y abrió su lata de cerveza—me alegra ver que se reconciliaron porque así podemos ir al cine los cuatro con mi descuento de cuatro personas.

—¿solo querías que se reconciliaran para eso?—dijo wyatt comiendo un caramelo.

—si—recibio una colleja por parte del rubio—¡eh!

finn sonrió, le dio un beso en la frente a sadie y se separo de ella para cogerle la cerveza a caleb e intentar aparentar que en lo que estaba pensando era en pasárselo bien con sus amigos y ya.

                                  -

jack paseaba por la calle de vuelta a su casa. había vuelta al recinto donde vivían antes tanto finn como el, y no había dado resultado.

había estado pensando en si ir o no ir una semana, y cuando lo decidió, fue una inutilidad. para lo único que le sirvió fue para ver que habían reformado el parque y que ya no había castillo.

»¿y donde puede estar ahora?«

le había preguntado a la dueña actual de la casa a donde se habían mudado, ella no sabía donde estaban ni a donde se mudaron.
dijo que cuando lo hizo fue una mudanza muy seca, no hablo mucho con la madre y nunca vio al pequeño, ya que él no quería volver aquí.

jack no pudo hacer otra cosa que asentir y marcharse, pensando en por qué finn no quería volver ahí.
era razonable que el no quisiera volver ahí, era una casa llena de abusos, ¿pero finn? ¿por qué?

comenzó a darle patadas a una piedra. empezó a mirar el barrio, realmente era bonito. era una zona solitaria, repleta de edificios, sin casi ninguna casa. tenían plazas, parques y estancias por todas partes, aunque la mayoría de días hiciera mal día, debido al ambiente, te apetece salir a dar una vuelta.

—¡WYATT YA LLEGASTE DE UNA PUTA VEZ VAGO DE MIERDA!—jack escucho eso y se giro ante la gran pista de atletismo.

se quedo quieto para ver el espectáculo que pasaba en la otra parte de la calle.
un chico rizado rubio llegaba a trote hacia un chico negro y una pelirroja. sonrió un poco al ver como el abrazo fue un vacile para el chaval rubio.
siempre quiso tener un grupo de amigos, pero nunca lo consiguió, ya que no era sociable. solo tenía a jaeden y el pensaba que era por pena.

Flashback

—¡PAPÁ DEJAME! ¡NO QUIERO! ¡PARA!—dijo jack gritando e intentando escapar de las manos de aquel monstruo que intentaba desvestirlo.

child love ; fackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora