Quiero escribir esta historia, fábula o cuento. Realmente no sé cómo calificarla, lo que importa es el mensaje y el valor que se obtiene de la misma.
Cierto día un cazador de mucha fama, Don Raymundo, tenía un perro robusto, fuerte y fiel del cual estaba orgulloso. Era el terror de liebres y venados.
Decía el cazador "Canelo" que así llamaba al perro es muy valiente, no se acobarda ante nada, por eso lo trato bien, tiene buena comida y buen trato, ya que se enfrenta a cualquier tipo de fiera, a los más feroces ¡Ese es mi Canelo" Un tremendo compañero de cacería.
Un día Don Raymundo se percató que éste se había vuelto desganado y dijo será por los cariños que se le dan. ¿Estará muy consentido?
Don Raymundo no consideraba el paso del tiempo, lo cual ocurre a humanos y también a los animales. Con el paso de los años, la fuerza empieza a declinar. Ya no se tiene el mismo ímpetu de la juventud.
Una mañana de espléndido sol, en una de sus andanzas por la espesura del bosque se encontró, el perro, con un Jabalí, y en la lucha le agarró una oreja, pero tuvo que soltarla pues ya sus dientes no estaban tan fuertes como antes.
Don Raymundo (el cazador) se molestó y asestó un garrotazo al perro, al tiempo que le decía: "Ya no sirves para nada, cómo dejas ir a esa buena presa"
El perro aunque viejo, respondió con valentía: _"No me faltan ganas, coraje, ni empuje, sino fuerza. En otro tiempo me alababas por lo que valía; y ahora me maltratas y desprecias, porque no soy ni aún sombra de lo que fui" Fuerza y dientes los perdí a tu servicio.
MORALEJA: No debemos despreciar a lo viejo que un tiempo atrás nos fue de gran ayuda"
De mal agradecidos está lleno el mundo por eso al desagradecido, desprecio y olvido
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Cuentos y Algo Más
FantasySe tiene la creencia que los avances tecnológicos, la virtualidad del mundo ha terminado con la inocencia, la creatividad, la magia. Pudiera ser. Mientras escribo estas líneas mis nietos, los más pequeños, ya no están en el país. Forman parte de la...