Los Holsen y el Hijo Perdido

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Cuentan de una familia que vivía en una comarca muy conocida y poseía una gran hacienda con muchísimos animales, entre ellos caballos y vacas, aves de corral, cabras, conejos, carneros...

Esta familia la conformaban: la señora, el señor Holsen y sus dos hijos: James y Kathina. Éstos eran unos jóvenes muy queridos en el pueblo, por ser amables y respetuosos. Ellos andaban juntos y acostumbraban a dar largos paseos por el pueblo, ir a los riachuelos. Se detenían a conversar con los pobladores. Dispuestos a compartir y a colaborar con todos en el pueblo.

Un día Kathina dijo a su hermano: _Oye, James vamos a los corrales donde están los caballos y damos un paseo por los alrededores. Está bonita la tarde ¡Vamos!

_James. Asintió y salieron muy alegres.

Kathy vamos a la colina dijo James, hagamos una competencia a ver cuál es el mejor jinete-.

-Está bien dijo Katyna, ya verás quien es el ganador en la competencia. ¡Te voy a superar! El soltó una carcajada y subieron a los caballos.

James dijo-Apostemos quién llega primero al riachuelo. –Bien dijo Kathy será fantástico. Verás cómo te gano.

Soltaron las bridas de los caballos y partieron. Kathy tomó la delantera, pues no dejaría ganarse por su hermano. Así que no miraba hacia atrás. Corría y corría solo pensaba en ser la ganadora. Cabalgo y cabalgó con la vista puesta en la meta, el riachuelo. Llegó y no veía al hermano aproximarse, entonces bajó del caballo y se recostó sobre la hierba, pero James no llegaba.

Tomó un poco de agua y se acomodó en una roca a esperar a James, pero éste no aparecía. Transcurrido cierto tiempo, se preocupó por la tardanza, no obstante se recostó nuevamente en el pasto y James continuaba sin aparecer.

Extrañada subió nuevamente al caballo y regresó a la casa. Entró con rapidez y nerviosismo y llamó: Mamá. Mamá ¿James, está aquí? – No, hija ¿qué pasó? No sé me quedé esperándolo en el riachuelo y no llegó.

Salió y volvió a los corrales, al riachuelo, pero nada de su hermano.

Al bajar del caballo frente a los corrales encuentra a su padre y pregunta ¿papá has visto a James?

_No, cariño responde el padre ¿Acaso no cabalgaban juntos? – Sí. Contesta, pero no llegó al riachuelo donde lo esperaba. Sube nuevamente al caballo y dice: voy hasta la colina a ver si está por allí.

Al rato regresa muy angustiada, no lo consiguió y cuenta a su padre lo ocurrido. Todos se preocupan. Ya iba a anochecer.

El señor Holsen junto con los vecinos se reúne y organiza la búsqueda. Transcurren las horas, cae la noche y continúa la búsqueda, pero no encuentran a James. Kathy y su madre lloran angustiadas.

El señor Holsen regresa muy triste recoge algunas provisiones y sale nuevamente. Pasa la noche y ya no tiene donde buscar, así que ya, al siguiente día llega nuevamente a casa sin noticias sobre su hijo. La madre pregunta ¿Qué pasó, dónde está mi hijo?

Cabizbajo, con la mirada perdida mueve la cabeza de un lado a otro y dice: No lo sé, no hay pistas de él, ni del caballo. ¡qué puede haber ocurrido!

Finalmente, se abrazan con Kathina madre y padre. Lloran desconsoladamente, pero deciden continuar la búsqueda el tiempo que sea necesario. Y así lo hacen, pero todo fue infructuoso. No se encontró a James. Los vecinos comentaban. Hemos rastreado todo: ríos, colinas, cuevas y nada. Se desapareció, es un misterio.

Fueron días intensos de búsqueda y muy tristes para la familia Holsen. Pasó el tiempo y no se supo del destino de James. ¿Qué pasó? Nadie lo supo.

Los Holsen se mudaron del pueblo a la ciudad y nunca más se tuvo noticias e información sobre ellos. Dicen que viajaban de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad en busca de su hijo, pero nunca lo encontraron.

Colorín, colorado esta historia ha terminado

Cuentos y Algo MásWhere stories live. Discover now