Luis era un niño que tenía un sueño y deseaba cumplirlo. Entrar a la Cueva del Guácharo, para él, era lo máximo. Le atraía ver a la gente esperar en la entrada a la cueva y luego pasar con un guía que llevaba una lámpara en la mano, la luz que los guiaba en la travesía. Y decía yo quiero entrar, pero en las normas estaba planteado la edad para ingresar a la belleza natural "los niños de 7 años en adelante." Esa era la restricción, pero él insistía quiero entrar. Su madre le decía estás muy chico espera que cumplas los 7 años.
Bueno pasó el tiempo y Luis alcanzó la edad, ya tenía 7 años. Sus padres, abuelos, tíos y primos organizaron un viaje para que el niño cumpliera su sueño. Estaba super emocionado hablaba y hablaba de su visita a la cueva.
Llegó el día y partieron para Caripe. Luis iba muy contento. Al llegar al sitio se vistió con ropa de explorador: sombrero y botas de goma se veía muy bien ataviado con esa indumentaria. De la mano de su padre y acompañado por tíos y primos se aproximaron a la entrada. Ya se notaba nervioso y agarraba fuerte al papá. Todos lo aupaban ¡Adelante, Luis!
Al pasar la cuerda de seguridad todos gritaban. Bueno Luis ya eres mayor, ¡Adelante! se sonreía con timidez y agarraba fuerte la mano de su padre. Dio unos pasos hacia adentro, pero ya no quiso avanzar.
Recorrido unos pocos metros le pidió al padre devolverse. Regresó lloroso, muy pálido y dijo "No, esos pájaros chillan mucho muy feo y hay ratas". Ya no quiero entrar. Voy a dejarlo para cuando sea mayor.
El papá le dijo Caray muchacho...Tantos días con ese entusiasmo y ahora te echas para atrás.
Colorín colorado esta historia se ha terminado
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Cuentos y Algo Más
FantasySe tiene la creencia que los avances tecnológicos, la virtualidad del mundo ha terminado con la inocencia, la creatividad, la magia. Pudiera ser. Mientras escribo estas líneas mis nietos, los más pequeños, ya no están en el país. Forman parte de la...