Esperando Una Respuesta

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- ¿No eres...?

- Si... – interrumpió la chica gorda de manera brusca y sin mirar a Sofía – Soy "La Gorda De La Calle 120", y tú eres la engreída y presumida de Sofía Kuri – la chica gorda por fin volteó a ver a Sofía y la analizo de pies a cabeza – Supongo que ni siquiera conoces mi verdadero nombre, ¿o sí?

Sofía miro a la chica gorda por unos segundos. Trató de recordar el nombre de la chica, pero parecía que había sido totalmente eliminado de su cabeza. Trató de hacer conexiones entre la chica y algún conocido de ella. Tenía algunos recuerdos de un chico que había salido con la gorda por un par de meses, pero ni siquiera recordaba la apariencia ni el nombre del chico. Pareciera que le habían eliminado la memoria, porque no recordaba en lo absoluto el nombre de...

- Gabriela – dijo la chica gorda tras el incómodo silencio que le siguió a su pregunta – Fuimos a las mismas clases de repostería, derecho, literatura, artes plásticas y algebra, durante dos años. Pero honestamente no me sorprende que no lo recuerdes. Siempre pareces estar atrapada en tu celular y entre chicos que te desean. Me sorprende que puedas ver más allá de tu nariz.

- ¡Oye!, ¿Quién demo...? – Sofía fue interrumpida una vez más por Gabriela, quien se agachaba ligeramente a sacar algo de una mochila que se encontraba bajo su asiento;

- No creas que me importa tu reputación escolar, ya no estamos en la preparatoria como para que creas que eres mejor que yo – Sofía quedó en silencio. Recordó que Gabriela solía ser de ese grupo de personas que ella y sus amigas solían molestar todo el tiempo. El recuerdo de Gabriela llorando le llego a la cabeza, y la historia detrás de ese llanto le hizo recordar porqué la simple presencia de esta chica le era extremadamente familiar...
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Sofía se recordó a si misma observándose en el espejo dentro de un baño público. Era una época en la que los celulares más populares eran algo anticuados y apenas comenzaban a experimentar con el Internet. A pesar de esto Sofía se tomaba fotografías en cámaras de muy baja resolución. Recordó que por esta época tenía unos quince o dieciséis años, y era la época en la que su cuerpo comenzaba a desarrollarse y comenzaba a llamar la atención de los chicos de la escuela. En su recuerdo visualizo a un par de chicas conversando con ella. Las tres parecían estar hablando de un chico en la escuela. Recordó un poco que por aquella época el chico más guapo de la escuela se le acercaba bastante, y también de rumores de este chico vendiendo marihuana.

Sofía recordó que ese mismo día se encontraba emocionada, ya que había conseguido boletos para un pequeño concierto de una banda local. El bajista de esta banda era un chico que la había invitado repetidas veces a su casa, así que estaba emocionada por perder la virginidad con un bajista después de un concierto. Era una época en la que sus mayores preocupaciones eran banales. Una época donde no se daba cuenta lo realmente feliz que era. Mientras conversaban una voz afuera del baño parecía molestarle. Era la voz de un adolescente hombre. Sofía algo furiosa interrumpió la conversación con sus dos amigas y salió a la puerta del baño. Frente a ella estaba un chico extremadamente delgado, de lentes y con un acné algo extremo;

- En los vestidor... - decía el chico a su celular, pero guardo silencio cuando vio el rostro enojado de Sofía. El chico se sonrojo y colgó el celular

- ¿Conoces algo llamado privacidad femenina? – dijo Sofía furiosa. El chico la miro y comenzó a transpirar de una manera bastante notoria. La mirada de Sofía era fuerte y parecía estarle desnudando el alma de una manera grosera y burlona. El chico se fue corriendo y dejo caer algunas cosas de su mochila, dejando un papelerío justo en los pies de Sofía. Sofía miró los papeles de manera insignificante y estaba decidida a entrar al baño otra vez... hasta que vio lo que le pareció ser una foto de dos piernas gordas. Eran piernas morenas, obesas y con bastante celulitis - ¡Chicas! – grito Sofía de manera disimulada, y mientras sus amigas se acercaban, ella se agachaba a recoger aquella imagen.

El Relato De Sofía (Un Manifiesto Fetichista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora