Los Placeres Del Mañana

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"- Hola, ¿te gusta cómo me veo hoy?" - decia una gorda Sofía mirando a la camára - este fue el vestido que use durante mi baile de preparatoria - Sofía se levantaba lentamente para lucir su gordo cuerpo en un apretado y bello vestido rojo - se que ya no me queda cómo antés... desde que salimos de la escuela cambie bastante - Sofia comenzaba a moverse de una manera sensual, y alzando sus gordos y grandes pechos - crecí... no se si lo notaste - Sofía dio una risa ahogada - recorde que a ti te gustaban las mujeres grandes... y decidí convertirme en tú mujer ideal - Sofía comenzo a quitarse el vestido y a alzar la panza cada vez más - ¿Te gusta cómo se ve este cuerpo de chica gorda...? - Sofía se sento, y rebelo que frente a ella había un plato con comida - ¿Te gusta como mis senos parecen estar lactando, de lo grandes y gordos que se ven?... ¿O Cómo mis brazos gordos cuelgan?... ¿Cómo mi gorda panza se hace más grande cada que me alimento y me dejo llevar?... ¿Como mi cara se vuelve cada vez más carnosa y redonda?... ¿Y como mi papada me hace relusir mi requemado cuello? - Sofía dió una mirada silenciosa y coqueta - Honestamente he llegado a convertirme en alguien diferente... Me he convertido en la clásica gorda rica y solterona... - Sofía comenzo a sobar su panza y luego tomo una hamburguesa del plato - Todo porque te he estado esperando..."

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Sofía miraba asustada a la computadora. Esa del vídeo era ella. Comiendo y provocando sexualmente a desconocidos en el internet. La gente la veía y le pagaban para ser gorda y rara. Era una pesadilla, y no podía ser cierto. Ya había pasado casi todo un día desde que se había despertado, y no había salido de su cuarto por miedo. Simplemente no podía entender nada de lo que le rodeaba, y de lo que le pasaba. Así como constantes y extraños recuerdos -de lo que parecía ser otra vida - le llegaban a la cabeza cada que hacía ciertas cosas.

Sofía puso pausa al vídeo y se observo en este mismo. Era ella. Seguía siendo ella, pero algo había pasado. No podía entender donde estaba y que pasaba. Su rostro era el mismo, pero esta no era su vida. Parecía como si su vida hubiera sido alterada. Sabía que esto era una consecuencia del ritual al que Gabriela la llevó, pero no entendía el porque. Sabía que tenía un pasado turbío con Gabriela... pero no entendía lo que le había hecho. ¿Que era esto?... De lo poco que entendía acerca de esta "nueva realidad", era que ella era una especie de actríz fetichista. Sabía que también era una modelo XXL, y parecía tener una especie de blog fetichista que le generaba bastante dinero. Vivia sola, y vivia de ser gorda. No entendía el porque de está lógica de gordura sexual, y odiaba realizarse de que esta era lo que estaba pasando.

Con tristeza Sofía se azoto en la cama. Esta rechino. No podía evitar más que llorar, pero lo evito y solo suspiro. Mientras ella seguía tratando de entender, escucho los pesados pasos de alguien acercandose a su cuarto. Pronto se abrió la puerta y una gorda versión de su hermana entro;

- ¿Ya te sientes mejor?... - dijo Karla, y Sofía la abrazó y comenzó a llorar. Karla consolaba a su hermana, por lo que asumió era un ataque de ansiedad. Sofía se sentía mal por sus acciones, ya que estas también habían afectado a su hermana - Tranquila, se que a veces en esto del feederism hay días malos y días buenos... pero debemos hacer lo que amamos - Sofía escucho la palabra "feederism" y sintió que algo conectaba. Lentamente se alejo de su hermana y se sentó. Tenía que preguntarle algo que hiciera que la palabra "feederism" conectara con su situación. No quería verse más rara si preguntaba lo que era. Sabía que eso provocaría que su hermana se preocupara, ya que parecía estar dandole una importancia muy grande a esa palabra. Pensó que decir y toco la mano de su hermana :

- Dime lo que es feederism, para entender porque lo amo y lo hago... Por favor - fingió algo de tristeza, para que parezca que buscaba motivación y su hermana no se preocupara, ya que entendía que esta era la realidad de ella y le sonaría muy descabellada su historia.

- Feederism es la pasión por engordar y amar a la gente gorda. El amar la felicidad. Seguir tus sueños sin importar lo que digan los demás... eso es lo que es feederism - Sofía entonces lo recordo. Gabriela. Recordo lo que vio aquella vez en los vestidores. Eso era su vida ahora. Esta era la venganza de Gabriela.... - ¿Estas bien? - dijo su hermana. Sofía sintió un peso gigantezco en su corazón. Esta era la venganza perfecta.

- Si, solo pensaba... - dijo Sofía. Gabriela le tomo de la mano y la saco de la habitación. Vivía en una casa gigantesca, y por todos lados había fotos de ella y de su hermana posando de maneras muy sexuales. Se dio cuenta que su cuarto estaba en un segundo piso, ya que bajo las escaleras con su nuevo gordo cuerpo y se cansó bastante. Cuando llegaron a la cocina, Karla la abrazó y le enseño montones de comida chatarra en la mesa. Sofía sintió asco, pero una sensación en ella le hizo sentirse totalmente excitada por la comida. Era como si algo le obligase a sentirse bien con esa cantidad de comida.

- Supuse que esto te animaría... - Sofía pronto cambió su cara por completo y abrazo y beso a su hermana. Karla vió que el acento de Sofía había regresado. Era como si fuera una nueva persona. Sofía se acercó a la comida y se sentó.

Sofía parecia haber pedido el control, y comenzo a comportarse como una chica gorda bastante hambrienta. Se sentó en la mesa y comenzó a comer papas fritas y salchichas empanizadas de manera compulsiva. Pronto se comenzó a frotar la panza y comenzó a hacer ruidos sexuales. Su hermana se sento junto a ella y felices comieron. La panza de Sofía parecia gigantezca y sus gordas piernas se regozijaban con la grasa que la comida desprendía. Su papada era gigantezca y la hacía lucir su rostro redondo y carnoso. Karla no se quedaba lejos, ya que su culo rebasaba los lados de la silla, y sus senos se embarraban con la grasa y pedazos de la comida. Su panza brillaba y su hermoso rostro estaba inflado por su sonrisa y sus cachetes gigantes.

Sofía entonces comenzó a volver en si. ¿Que estaba haciendo?... Esto no era normal. Pensaba para sí, sobre ese cambio de humor y de personalidad. Algo la controlaba. Mientras su cuerpo aún comia, ella pensaba. Debía de encontrar una salida de esto. No quería esta vida.

El Relato De Sofía (Un Manifiesto Fetichista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora