Sofía se levanto de la cama. Se observo por unos segundos frente al espejo. Era gigantesca. Su rostro era obeso, y sudaba como un cerdo. Sus brazos y sus piernas parecían sobre-humanos, ya que eran demasiado grandes como para poder vivir con ellos. Su trasero estaba lleno de grasa, y sus carnosas piernas relucían su gigante unión cadera/trasero de lado de muchas estrías que le hacían sentirse un tanto avergonzada de su cuerpo. Pensó por unos segundos. Sentía algo dentro de si cada que se miraba. Un sentimiento similar al que sintió en ese extraño momento de éxtasis que compartió con su hermana antes de subir a cambiarse. Era una especie de cambio completo de si. Cómo si algo tomará su cuerpo y le obligara a hacer cosas de manera inconsciente. Era un sentimiento realmente raro, y no terminaba de comprenderlo.
Lentamente caminó hacía lo que parecía ser su clóset, y miró su ropa. Tenía montones de zapatos, pantalones y blusas... pero tenían aquel clásico e incomodo diseño de chica gorda. Observo algunos de sus cajones, y notó que en la gran mayoría de estos tenía camisas casuales. Pronto observó su perchero, y encontró gran parte de lo que parecía lencería fetichista colgada en estos. Tenía una sensación extraña dentro de sí, ya que algo le hacía sentir entusiasmo observando esto... pero la verdadera ella sabía que esto no estaba bien. Ser gorda no esta bien. No es saludable. No es bueno.
Sofía estaba poniéndose un pantalón rosado, y preparándose para salir con su hermana. Tal vez salir y divertirse un rato le haría aceptar esta realidad, o al menos olvidarla. Seguía aturdida por todo lo que había pasado, pero sabía que fingir era la única opción para evitarse problemas mayores. No quería que creyeran que estaba loca... sabía que debía indagar por si misma, y no confundir o aturdir a la gente que siempre había vivido dentro de lo que ella consideraba una especie de "línea del tiempo alterna". Era una idea digna de película de ciencia ficción, pero era lo que ella estaba viviendo. No había nadie que le arrebatara eso.
Tras unos treinta minutos, salió de su habitación y camino hacía lo que parecía ser su sala de estar. Estaba repleta de pinturas de Botero, y fotos de ella desnuda. Era un lugar que le resultaba incomodo de ver, ya que de cierta manera la parecía algo "raro" e "impuro". En uno de los sillones, Karla estaba recargada con la blusa alzada y sobándose la panza, mientras parecía comer twinkies y otros dulces. Sofía le miro con asco, pero luego agacho su mirada y noto que la panza le salía por debajo de su blusa. El asco cambió hacía ella misma. Las estrías y la celulitis de su panza colgaban y saludaban a Sofía. Era una mujer gorda. Saldría por primera vez a la calle, y no se sentía del todo preparada.
La puerta se abrió y ambas caminaron. La casa de Sofía se veía aún más grande desde el exterior. Así como el barrio en el que vivían parecía bastante lujoso y grande. Vivía en la residencia cliché de las rubias de dinero, lo que le causo algo de gracia al principio. Era como si su vida viéndose gorda fuera la vida que buscaba tener delgada. No se sentía para nada agradecida de estar gorda y en este lugar, pero le parecía algo irónica toda la situación. Pudo entender como este sería el castigo perfecto para alguien que ha hecho las cosas que ella había hecho... de hecho, era demasiado perfecto.
Juntas caminaban en medio de la calle. A Sofía le preocupaban las miradas, ya que estaba vestida de una manera muy provocativa... y no se sentía del todo sexy con el sobrepeso que tenía. Su hermana en cambio se veía completamente natural. Saludaba a gente por la calle, y parecía gustarle el modo en el que sus pantalones se bajaban por su gigante cadera. Definitivamente era algo raro, y Sofía no se acostumbrara del todo a esta nueva vida. Al llegar al centro comercial, Sofía noto que estaba algo agitada por caminar. Su hermana reía y le acariciaba la panza cada que ella se quejaba de su pesada respiración y del dolor en sus piernas y pantorrillas.
- Si que eres una señora gorda - decía Karla riéndose de Sofía. Le parecía lindo ver como su hermana se convertía en el vivo cliché de la obesidad, así como le inspiraba a querer ganar más peso.
Dentro del centro comercial las miradas no se detenían. Las chicas lindas y los chicos les miraban con morbo y burla. Sofía podía notar esto, y realmente le estaba afectando de manera profunda. Karla en cambio alzaba la panza y caminaba como si fuera una stripper. Definitivamente tenía el auto-estima hasta las nubes. Sofía se sintió un poco bien por su hermana. Pronto ambas se detuvieron frente a un pequeño local de pollo frito. Karla se acercó a quien atendia y le plantó un beso. Parecía ser el novio de su hermana... un chico gordo y con una horrible barba.
- Hola Sofía - dijo el chico y alzó su mano. Sofía le devolvió un saludo algo frió. Era un perdedor. Sofía lo sentía.
Karla se sentó en una mesa y Sofía le acompaño. El chico les entrego cuatro cubetas gigantes de pollo frito y luego se fue. Sofía miró el pollo. Era demasiado, y peor, lo comería frente a todas estas personas que le observaban y le juzgaban. Poco a poco tomo una pieza, mientras veía como su hermana se atragantaba y disfrutaba comer mientras observaba de manera seductora a quien parecía ser su novio. Sofía dió una mordida al pollo, y de inmediato una desesperación y un hambre gigantezca le invadieron. Era como si esto le fuera a salvar. Y poco a poco comenzó a sentir placer mientras comía. La idea de crecer comenzó a mojarle lentamente. Era como masturbarse. Era como conocerlo todo. Era como realmente vivir. No podía detenerse.
Tras acabarse la soda y pedir más, Sofía se detuvo y observó a su al rededor. Tuvo un momento de conciencia. Esa era ella. Era una chica gorda... ¿Cómo saldría de esto?, ¿Cómo regresaría a ser como an...?
- ¿Gabriela? - dijo Sofía al notar con sorpresa a una atractiva chica delgada en una de las mesas cerca de ella. La chica platicaba con otro par de chicos... y poseía el claro rostro de Gabriela.
Sofía se trató de levantar, pero su cuerpo era como un imán. No podía contener su hambre. Sus manos se movían de manera involuntaria hacía la comida. Con dolor trató de levantarse mientras observaba a quien parecía ser una versión delgada de Gabriela.
- Tal vez ella tiene la respuesta - pensaba para sí mientras se movía. Pronto su cuerpo no pudo negarse, y volvió a comer. Sus manos se embarraron de la grasa de la comida, y sus sudosos poros de gorda eran más notorios. Su papada se embarró de comida. Sus piernas se llenaron de boronas, y su gorda panza estaba llena de grasa y más boronas. No podía girarse, era como si estuviera atrapada. Karla comía de igual manera, y miraba con fascinación y admiración a su hermana.
El banquete se termino, y Sofía se quedo en estado de shook. No sabía que acababa de ocurrir, pero quería escapar de esa mesa. Giró su mirada y la supuesta Gabriela ya no estaba. Había perdido su oportunidad. Era como si estuviera derrotada. Sintió las ganas de llorar, pero no salían lagrimas de sus ojos, y su rostro no parecía querer proyectar ninguna expresión de tristeza. Karla sonrío y se levantó de la mesa para dirigirse al chico que parecía ser su novio.
- Bien hecho, gorda - le dijo un susurro. Sofía volteó y se encontro con una versión delgada de Gabriela frente a ella - ¿Te esta gustando? - Sofía no podía contestar. Aún estaba paralizada - Fui original, ¿Verdad? - Sofía logro articular palabras, pero parecían no tener sentido. Podía sentir una sonrisa en su rostro, y pronto su mano toco el vientre de Gabriela, el cual estaba perfectamente formado - Yo realmente amo esta vida - Gabriela tomo los gordos cachetes de Sofía y los apreto - Te veré pronto - dió un suave beso en su mejilla y se fue.
Sofía estaba en shook, pero su rostro demostraba una alegre sonrisa. Trató de hablar, y de gritar, pero su voz no le obedeció;
- ¿Quieres grabar, Karla? - dijo con un estúpido y raro acento. Karla sonrío y tomo de la mano a su gordo novio. Los tres salieron juntos del centro comercial.
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El Relato De Sofía (Un Manifiesto Fetichista)
FantasiaSofia era una hermosa y popular chica con un pasado algo extraño y oscuro. Trás una serie de extraños sucesos, Sofía se ve a si misma atrapada en el cuerpo, y en la vida, de una chica gorda, por lo que buscara respuestas y se descubrira a si misma. ...