Ya habían pasado tres minutos desde que Sofia se había despertado. Ella miraba al vacío, un tanto deprimida. Sentía que todo había ido muy rápido desde que se despertó aquel verano. Su identidad estaba confundida. No sabía quién era o donde se encontraba. No sabía por qué esto le había pasado. Sus pensamientos reclamaban una vida distinta, pero los recuerdos comenzaban a desvanecerse. Su antigua identidad aún peleaba por permanecer, pero poco a poco perdió la fuerza para continuar.
Su camiseta negra se sentía un poco más apretada. Sofia dejó de mirar al vació y agacho su mirada para toparse con su gran panza sobresaliendo debajo de sus ya gordos senos. Su panza ya era visible por debajo de la camiseta, así como también esta había comenzado a bajar a la parte superior de sus pantalones. Obvio esto no subió mucho su moral. Verse con ese cuerpo era una maldición. Verse con ese cuerpo era lo que la mantenía confundida. Estaba atrapada en un cuerpo que estaba segura no le pertenecía. Estaba atrapada en un mundo que no era en el que había nacido.
Sofía se levantó de la cama. Como siempre, la cama trono desesperada. Esto ya no era algo nuevo para Sofia. El sonido de la cama era el doloroso recuerdo de una vida que nunca debió vivir. Así como también el espejo frente a esta era un doloroso recuerdo de lo que era ahora. Una bella chica rubia con un peso de 125kg. Ese número la atormentaba. Ese reflejo la avergonzaba. Pero algo en ella no quería dar vuelta atrás. Ese algo era posiblemente la vieja Sofia muriendo.
Sofia se observó en el espejo por unos minutos. Su cuerpo era gigantesco. Vio con asombro sus piernas, las cuales se han convertido en dos bloques de grasa. Sus piernas carecen de celulitis, pero las estrías se han adueñado un poco de ellas. Pronto observo su cadera, la cual se había anchado bastante desde que su mente comenzó a suprimir a la vieja Sofia. Con horror miro sus brazos, los cuales se habían ensanchado de un modo extraordinario. El horror de ser una chica gorda rodeo sus sentidos, y con dolor se preguntó; ¿Por qué yo?... Ella sabía que era imposible contestar esa pregunta. Miro una última vez al espejo, esta vez se perdió en sus ojos, y pronto observo su rostro. Su perfecto rostro se notaba más redondo. Su bello rostro era ahora el de una simple "chica gorda y linda". Sus grandes cachetes y su papada eran obvias señales de que su sobrepeso se estaba volviendo algo claro.
Desesperanzada suspiró. Se miró al espejo y dio la vuelta. Se dirigió a la mesita de noche al lado de su cama. Tomo su celular y comenzó a indagar su Instagram. Una vez más se encontraba fuera de este mundo. Sin pensarlo comenzó a tocar su gran panza, e inconscientemente la alzo un poco más. Se comenzó a sobar las lonjas y a hacer ruidos raros con su boca. La Sofia que pensaba estaba ahora fuera. La nueva Sofia sonrió, y alegre dijo; "Un nuevo día. Más comida". Salió de su habitación y se dirigió a comer.
El fantasma de la vieja Sofia aún se encontraba ahí, pero la nueva Sofia le negaba la salida. No siempre fue así. La vieja Sofia solía ser la única Sofia. Antes del extraño suceso, la vida era distinta. Antes del extraño suceso, ella no era "La Gorda De La Calle 134". Ella era Sofía Kuri, la chica más atractiva de la ciudad.
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El Relato De Sofía (Un Manifiesto Fetichista)
FantastikSofia era una hermosa y popular chica con un pasado algo extraño y oscuro. Trás una serie de extraños sucesos, Sofía se ve a si misma atrapada en el cuerpo, y en la vida, de una chica gorda, por lo que buscara respuestas y se descubrira a si misma. ...